Mediante un comunicado, la Embajada de Estados Unidos en Trinidad y Tobago expresó que siguen preocupados «por el riesgo potencial para la seguridad y el medio ambiente» que representa el barco de bandera venezolana, Nabarima, en el Golfo de Paria.
«Apoyamos firmemente las acciones inmediatas para que el Nabarima cumpla con los estándares internacionales de seguridad y evitar posibles daños ambientales, que podrían afectar negativamente no solo al pueblo venezolano sino también a los países vecinos. PDVSA tiene la responsabilidad de tomar medidas para evitar un desastre ambiental en aguas venezolanas«, señaló la Embajada de EEUU en Trinidad y Tobago..
En el texto aclaran que las sanciones de EEUU no impiden actividades que aborden preocupaciones de seguridad, ambientales o humanitarias.
«Estas actividades para evitar un desastre ecológico son consistentes con la política de Estados Unidos de apoyar al pueblo venezolano y evitar más daños al medio ambiente«, explicaron.