Las autoridades del estado de Pernambuco, en Brasil, elevaron a 106 las personas fallecidas a causa de las lluvias torrenciales que azotaron la zona hace ya cuatro días y que han dejado al menos 10 desaparecidos.
La Defensa Civil Nacional informó en su cuenta de Twitter que hay una alerta “muy alta” de que se produzcan más inundaciones en Pernambuco, incluida su capital, Recife.
Los servicios de rescate han retomado este martes su actividad después de que en la jornada anterior tuvieran que suspender las operaciones debido al temporal que volvió a registrarse en la zona.
Las inclemencias meteorológicas han dejado a más de 6.100 personas sin hogar, y al menos 14 ciudades han declarado el estado de emergencia, según informó el portal brasileño de noticias G1.
Las principales zonas afectadas son Vila dos Milagres, en la zona oeste de Recife; Curado IV, en Jaboatao; Areeiro, en Camaragibe, y Jardim Monte Verde, en el límite entre Recife y Jaboatao. En este último punto se han confirmado hasta la fecha más de 20 decesos.
En el marco del estado de emergencia, las autoridades destinarán unos 21 millones de dólares para sufragar las labores de rescate y recuperación, así como para la construcción de las infraestructuras dañadas por las lluvias.
La respuesta de Jair Bolsonaro
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobrevoló el lunes la zona afectada y aprovechó para criticar a Camara por no haberle consultado la respuesta a estas fuertes lluvias.
“Estamos obviamente tristes y manifestamos nuestra voz de pesar a los familiares. Nuestro objetivo mayor es confortar a los familiares y suministrar los bienes materiales para atender a la población”, declaró Bolsonaro en una rueda de prensa en una base aérea militar de Recife, al lado de varios de sus ministros.
El barrio Jardim Monte Verde, en el municipio de Jaboatao dos Guararapes, en el límite con Recife, la capital regional de Pernambuco, ha sido el más afectado por las fuertes lluvias que desde el pasado 22 de mayo se sienten con fuerza en varios estados de la región noreste de Brasil.
Desde el sábado, cuando la situación se agravó, miembros del Ejército, la Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Federal, los organismos de socorro locales y federales y voluntarios se concentran en el lugar para las labores de rescate durante día y noche.
Con información de Europa Press