El presidente Joe Biden habló el jueves por la noche sobre la reciente ola de tiroteos masivos y sus planes para presionar al Congreso para que apruebe leyes para combatir la epidemia de violencia armada que se cobra vidas todos los días en su país. “Necesitamos prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad”, dijo el mandatario.
“Jill y yo visitamos Upvale. Y frente a la escuela primaria Robb nos paramos enfrente de 21 cruces -19 de niños de primaria y dos de maestras-. Víctimas asesinadas en un aula convertida en un campo de matanza”, relató. “Hay demasiadas otras escuelas y otros lugares que se pueden convertir en campos de matanza y de batalla”.
No se trata sobre sacarle los derachos a nadie, aclaró, “sino sobre proteger a niños y a nuestra libertad de ir a un colegio, a la iglesia, sin ser asesinado”.
Después de las masacres de Columbine, Sandy Hook o de Parkland, “no se ha hecho nada”, denunció. “Esta vez no puede pasar lo mismo; esta vez hay que hacer algo”.
“Esto no se significa llevarse las armas de nadie. Respeto la cultura y la tradicion y las preocupaciones de los portadores legales, pero a la vez la Segunda Enmienda no es absoluta. Los derechos otorgados por la Segunda Enmienda no son ilimitados, y nunca lo han sido”.
También sugirió aumentar la edad para comprar armas de 18 a 21 y focalizarse en la salud mental para prevenir otros tiroteos.
“No podemos fallarle al pueblo de EEUU nuevamente”, afirmó. “La pregunta ahora es, ¿qué hará el Congreso?”.