El director global humanitario de la organización Plan Internacional, Unni Krishnan, aseguró que la crisis migratoria de Venezuela, va a ir a peor en los próximos meses y años.
Después de visitar la frontera entre Ecuador y Perú y comprobar que el flujo de migrantes ha vuelto a ser constante tras la interrupción vivida por la pandemia, Krishnan consideró que la esfera internacional no es conocedora de la magnitud de esta crisis humanitaria.
«No creo que el resto del mundo sepa realmente lo desafiante de la situación para las agencias de ayuda y para gobiernos como el de Perú y el de Ecuador, cuyos recursos son limitados«, comentó Krishnan, que pudo presenciar en la frontera cómo los migrantes llegan deshidratados tras recorrer miles de kilómetros, a pie en varias ocasiones.
«Es importante que el mundo reconozca lo crítico de esta situación y que va a empeorar«, añadió el líder humanitario de Plan Internacional, una organización enfocada en la infancia que brinda asistencia a los migrantes y refugiados venezolanos en Colombia, Ecuador y Perú.
Krishnan hizo un llamado a la comunidad internacional para incrementar los recursos para atender la emergencia humanitaria de la migración venezolana. Afirmó que apenas ha financiado el 20% de la respuesta a esta crisis, menos que en otros episodios similares en otras partes del mundo.
También apeló a valores universales como la compasión y la colaboración para dar asistencia a la masiva salida de venezolanos a otros países, y puso a Colombia, Perú y Ecuador como ejemplo de solidaridad al acoger entre los 3 a 4,3 millones de migrantes y refugiados procedentes de Venezuela.
Cabe destacar que esta cifra es más de la mitad de los casi siete millones que han salido del país, según los últimos datos de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).
El activista incidió especialmente en las «necesidades invisibles» de los menores de edad que se encuentran dentro de este movimiento migratorio, especialmente en el aspecto emocional y de salud mental, que muchas veces es dejado de lado u olvidado. «Es importante entender los daños psicológicos de una crisis. Por eso priorizamos siempre las necesidades invisibles. Tener un techo, agua o ropa son visibles, pero las necesidades emocionales no son siempre visibles«, insistió.
Enfatizó en el gran impacto que pueden tener iniciativas con pequeños recursos, como una unidad móvil de su organización que trabaja en brindar servicios de asistencia a niños y niñas migrantes de Venezuela entre la frontera de Ecuador y Perú.
«Lo más importante es la gran necesidad de ayuda para rellenar ese espacio, de modo que los gobiernos, las comunidades y las organizaciones humanitarias puedan incrementar esa asistencia humanitaria«, finalizó.
Con información de EFE
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