El defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo, alertó sobre vulneraciones de los derechos humanos de los niños y niñas en la frontera con Venezuela al visitar este martes el puente internacional Simón Bolívar donde el lunes tuvo lugar la reapertura total de los pasos limítrofes.
«Estamos monitoreando en tiempo real, a través de las siete regionales de la Defensoría del Pueblo que comparten línea de frontera con Venezuela, todo lo que tiene ver con las diferentes vulneraciones de los derechos humanos que involucran directamente a los menores de edad», dijo Camargo.
El funcionario estuvo en el puente Simón Bolívar, principal paso entre ambas naciones, donde se refirió a la situación de 1.200 niños, niñas y adolescentes de nacionalidad venezolana que se encuentran en Colombia bajo protección del Instituto de Bienestar Familiar y en un proceso administrativo de restablecimiento de derechos.
El defensor consideró que «es urgente encontrar una salida institucional para que los menores de edad no permanezcan indefinidamente en hogares de paso o instituciones de protección y se pueda adelantar la reunificación familiar correspondiente, verificando previamente que se cumplan las condiciones apropiadas en términos de derechos de los niños».
Riesgos de las trochas
La mayoría de los migrantes pasa por el puente Simón Bolívar, pero muchos que no tienen documentos siguen usando las trochas para evitar los controles policiales y militares de ambos lados.
Por eso, Camargo también expresó su preocupación por las personas que utilizan las trochas, generalmente controladas por la delincuencia, por el peligro que supone estar a merced de esas bandas.
«Las dinámicas de migración irregular muchas veces son intervenidas por los actores armados ilegales, de allí la importancia de recalcar sobre el no uso de estas vías alternas e ilegales para el ingreso al país», indicó.
El funcionario pidió «estar vigilantes de lo que pasa en estos sitios y evitar vulneraciones a los derechos humanos, de manera particular la trata de personas (…) o la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes».
Con información de EFE