Miles de migrantes de Venezuela, Colombia, República Dominicana, Nicaragua, Haití y otros países de Centroamérica mantienen saturada la estación migratoria siglo 21 en la frontera sur de México con Guatemala.
La estación migratoria siglo 21, considerada por los migrantes como la «cárcel migratoria» más grande de México, tiene una capacidad para 960 personas, pero los extranjeros denuncian que hay cerca de 2.000 migrantes que permanecen encerrados.
El centro, en el municipio de Tapachula, está rodeado por una enorme barda con alambre de púas para evitar que los migrantes escapen.
Sobre el terreno, se pudo observar este martes a cientos de migrantes que se bañaban, otros sentados bajo unas gradas y una cancha techada o acostados en la estación tras los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
El nicaragüense Ismael Alberto Martínez narró a Efe que muchos de los migrantes viven un «verdadero infierno» porque las autoridades los engañan con la promesa de documentos.
«Nos encierran y nos mantienen presos. Nosotros no estamos aquí porque queremos, es por nuestro gobierno, no les importamos, nosotros también deberíamos ser tomados en cuenta porque la estamos pasando mal y tenemos necesidad”, denunció.
José Castillo, migrante venezolano, relató que las autoridades migratorias lo mantuvieron cinco días encerrado con «pésima atención» en la comida y nula información de sus familiares, quien aún permanecen detenidos en el inmueble federal.
Señaló que se mantiene en el exterior de este edificio en espera de que liberen a su esposa de nacionalidad dominicana, sin que tenga respuesta.
“Mi esposa lleva seis días, es dominicana, así como ella hay migrantes de Cuba que llevan 18 días. Además hay alrededor de otros 18 dominicanos, asimismo otros grupos de personas que no les dan respuesta y los agentes no hablan con ellos», mencionó.
Alrededor de 20 migrantes hondureños que salieron de la estación migratoria, se desistieron de seguir su camino a Estados Unidos porque la travesía ha sido «difícil», se han quedado sin dinero y estuvieron encerrados muchos días.
En la parte exterior de la estación hay agentes de la Guardia Nacional y del INM, quienes bajan a personas de camiones tras interceptarlas en los distintos puntos de la frontera sur para procesarlos o definir su situación legal en México.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha interceptado a más de 1,82 millones de personas en lo que va del año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.
En México, el Gobierno ha desplegado a casi 30.000 elementos de las Fuerzas Armadas en las fronteras norte y sur, donde los tres meses pasados interceptaron a 124.300 migrantes, un 115 % más que el mismo periodo anterior. EFE