El presidente Jair Bolsonaro, candidato a la reelección, recibió este martes el respaldo de los gobernadores de los tres mayores estados de Brasil, en tanto que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva sumó al laborismo de Ciro Gomes.
Han sido los primeros movimientos de cara a la segunda vuelta del 30 de octubre, después que Lula obtuviera en las elecciones del pasado domingo el 48,4 % de los votos, frente al 43,2 % que logró Bolsonaro.
Este martes declararon su apoyo a Bolsonaro los gobernadores de los estados de Sao Paulo, Rodrigo García; Minas Gerais, Romeu Zema, y Río de Janeiro, Claudio Castro, que en ese orden constituyen los tres mayores colegios electorales y concentran, en conjunto, a 63 millones de electores, sobre un total de 156 millones en el país.
Castro pertenece al Partido Liberal, el mismo de Bolsonaro, por lo que su apoyo no es novedad. Zema es miembro del partido Novo, de corte liberal y cercano a las ideas del gobernante, sobre todo en lo económico. Ambos fueron reelegidos en la primera vuelta del domingo.
En el caso de García, aspiró a la reelección en Sao Paulo, pero quedó fuera de la disputa en la primera vuelta del pasado domingo, ganada por el bolsonarista Tarcísio Gomes de Freitas, con un 42,5 %, quien disputará una segunda vuelta contra Fernando Haddad, segundo con un 35,4 %.
García, del Partido de la Social Democracia (PSDB), dijo que su decisión es «personal», aclaró que no depende de la posición que adopte finalmente esa formación y la justificó en su convicción de es necesario «evitar» una victoria de Lula.
El candidato izquierdista, por su parte, también movió piezas y se garantizó el apoyo del Partido Democrático Laborista (PDT), que había postulado a la Presidencia a Ciro Gomes, quien quedó en cuarto lugar con un 3,04 %.
Lo anunció el presidente del PDT, Carlos Lupi, tras una reunión de la dirección del partido, que se pronunció en forma «unánime» por respaldar «a lo que es más próximo, que es la candidatura de Lula».
Como candidato, Gomes fue tan duro en su campaña con Bolsonaro como con Lula, pero este martes garantizó que respeta la decisión de su partido y que respaldará al líder progresista, al que, sin llegar a citar por su nombre, consideró como «la última salida».
Según Lupi, ni Gomes ni el PDT podían «omitirse» en este momento, en el que Brasil deberá elegir entre «un demócrata como Lula» y un «aspirante a dictador como Bolsonaro».
Con información de EFE