Canadá prohibió este viernes de forma permanente la entrada al país de miles de dirigentes y funcionarios de Irán, entre ellos los integrantes de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán, en respuesta a la represión de Teherán a las manifestaciones de mujeres.
Las sanciones fueron anunciadas hoy por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y su viceprimera ministra, Chrystia Freeland, en una rueda de prensa en la que aseguraron que las personas sancionadas nunca podrán viajar a Canadá.
Para prohibir la entrada de miles de funcionarios iraníes, Canadá incluirá al régimen de Teherán, y en especial los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria, en una ley de protección de refugiados que en el pasado Ottawa ha utilizado en casos de crímenes de guerra y genocidio.
Las medidas adoptadas hoy son las mismas que Canadá utilizó para penalizar a los responsables e implicados en crímenes de guerra en Bosnia o el genocidio de Ruanda.
Las sanciones impedirán que unos 10.000 oficiales y altos funcionarios de la Guardia Revolucionaria iraní puedan viajar a Canadá, hacer negocios con entidades o individuos del país, o poseer activos canadienses.
Además, Canadá ampliará sus sanciones económicas contra Irán.
Trudeau afirmó que estas medidas «elevarán el listón internacionalmente» para que Irán rinda cuenta por las violaciones de los derechos humanos en el país.
Por su parte, Freeland dijo que las sanciones suponen «reconocer formalmente» que el régimen iraní es «represivo, teocrático y misógino».
El pasado 3 de octubre, Canadá ya impuso otra ronda de sanciones económicas contra Irán por la violenta represión de las manifestaciones de mujeres en el país y las acciones de la Policía de la moral del régimen que causaron la muerte a la joven Mahsa Amini por llevar mal el velo.
Las sanciones afectaron a 25 individuos, entre ellos Mohammed-Hossein Bagheri, general de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica; Mohammad Rostami Cheshmeh Gachi, director de la Policía de la moral, y Esmail Khatib, ministro de Inteligencia y Seguridad.
Pero el principal partido de la oposición canadiense, el Partido Conservador, acusó a Trudeau de que las sanciones contra la Policía de la moral iraní no eran suficientes y presionó al Gobierno para que adoptara nuevas acciones. EFE