El expresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Ben Bernanke, uno de los tres premiados este lunes con el premio Nobel de Economía, aseguró que los tipos de interés volverán a bajar en el futuro, si bien no llegarán a los niveles de antes de la pandemia.
En un acto celebrado en la Institución Brookings de Washington -para la que trabaja en la actualidad- con motivo de la concesión del Nobel, Bernanke pronosticó una nueva bajada del tipo de interés oficial una vez se haya logrado contener la inflación.
El economista dirigió la Reserva Federal, el banco central estadounidense, entre 2006 y 2014, un período en el que los tipos de interés pasaron del 4,5 % al 0 %, aunque entre medio tuvo lugar la gran recesión (2007-2009), que propició una bajada drástica de los tipos.
En su charla de este lunes, el flamante galardonado se mostró convencido de que el organismo que otrora dirigió será capaz de hacer bajar la inflación, actualmente del 8,3 % interanual.
El expresidente del banco central se mostró además contrario a cambiar el objetivo de inflación de la Fed del 2 %, tal y como proponen algunas voces, y explicó que hacerlo en un contexto de altos precios como el actual restaría credibilidad a la institución.
Repasando su carrera y logros como economista, Bernanke indicó que cuando él empezó, no había cuajado todavía entre sus colegas la idea de que el sistema financiero resulta un factor determinante para la evolución de la actividad económica y del desempleo, y se mostró partidario de tener también en cuenta a los prestamistas que no son bancos cuando se quera analiza la salud de un sistema financiero.
«Este tipo de prestamistas fueron una parte importante del problema en (la crisis de) 2008», apuntó.
El Nobel de Economía reconoció este lunes los trabajos de los estadounidenses Douglas Diamond y Philip Dybvig, además de Bernanke, por contribuir a mejorar la respuesta de la sociedad a las crisis financieras.
El fallo de la Real Academia de las Ciencias sueca resalta «sus investigaciones sobre bancos y crisis financieras», que demostraron, por ejemplo, la importancia de prevenir amplios colapsos bancarios y han reforzado el conocimiento sobre estas instituciones, su regulación y cómo gestionar las grandes recesiones.
Los análisis de Diamond y Dybvig sobre la importancia de los bancos y su vulnerabilidad inherente «proporcionan la base para la regulación moderna de los bancos, que quiere crear un sistema financiero estable», explicó el Comité Nobel.
Esos estudios y los de Bernanke sobre las crisis financieras también han mejorado la comprensión sobre «por qué la regulación a veces fracasa, la enorme escala de las consecuencias y qué pueden hacer los países para suprimir una crisis bancaria inminente, como al comienzo de la reciente pandemia». EFE