Un tribunal noruego ordenó este viernes prisión preventiva de cuatro semanas para un investigador con pasaporte brasileño pero que los servicios secretos de este país nórdico creen es ciudadano ruso y al que acusan de espionaje.
El individuo, de 37 años, fue detenido el pasado lunes cuando acudía a su trabajo en la Universidad de Tromsø (norte), donde trabajaba como profesor invitado.
Los servicios de inteligencia noruegos (PST) presentaron una acusación formal contra él bajo la acusación de espionaje con secretos de Estado y el individuo aceptó la petición de prisión, aunque se declaró inocente de los cargos.
La Fiscalía cree haber establecido la identidad real del detenido, que su pasaporte brasileño es falso y que trabaja para la inteligencia rusa.
«Hay un peligro real de destrucción de pruebas. Hay mucho material que analizar ahora», dijo en rueda de prensa el fiscal Thomas Blom para justificar la prisión preventiva, en aislamiento las dos primeras semanas.
El individuo formaba parte de un grupo de investigación que se dedicaba a temas como la seguridad y la preparación contra amenazas híbridas, según han informado medios locales.
Las autoridades noruegas han detenido a varios ciudadanos rusos en las últimas semanas por volar drones, lo que consideran una violación de las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia, a la mayoría de las que este país nórdico se ha adherido.
El tribunal de Apelación ordenó ayer la liberación de uno al entender que ni está prohibido usar drones con fines recreativos ni su uso por ciudadanos rusos está incluido en las sanciones a Moscú, al contrario de lo que aseguraban las autoridades noruegas, pero la sentencia quedó en suspenso por un recurso del PST.
Otros tres ciudadanos rusos permanecen detenidos en prisión preventiva por motivos similares, mientras otros cuatro arrestados por tomar presuntamente fotografías de instalaciones protegidas fueron puestos en libertad la semana pasada al confirmase que eran turistas y que no habían filmado material comprometedor. EFE