El portavoz de Poder Judicial de Irán, Masud Setayeshí, informó este martes que las dos periodistas que desvelaron el caso de Mahsa Amini están detenidas por «delitos contra la seguridad nacional» en la República Islámica.
Las dos informadoras son Nilufar Hamedi, del periódico local Shargh, la periodista que informó de la detención y posterior muerte de Amini, y Elahe Mohammadi del periódico Ham Mihan, quien cubrió el entierro de la chica de 22 años, donde comenzaron las movilizaciones.
«Estas dos personas fueron detenidas por los cargos de colusión con la intención de cometer delitos contra la seguridad nacional del país y actividades de propaganda contra el sistema», dijo hoy Setayeshí en su rueda de prensa semanal, según la agencia local iraní de noticias ISNA.
La decisión sobre el caso está a punto de concluir, detalló Setayeshí antes de añadir que si se plantean nuevas acusaciones contra ellas en ese espacio temporal y se pruebe que han cometido hechos delictivos, éstos se agregarán a sus expedientes.
El pasado 29 de octubre, el ministerio de Inteligencia de Irán y la Organización de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria acusaron a las dos informadoras de recibir entrenamiento de la CIA para fomentar las protestas que sacuden el país desde el mes de septiembre.
«Las personas que publicaron la primera foto de Mahsa Amini en el hospital, así como la que incitó a la familia de Amini con fotos específicas recibieron formación especial en esos cursos», indicaron los servicios de inteligencia iraní en un comunicado.
Mohamad Ajorlu, el marido de Nilufar Hamedi indicó en su cuenta de Twitter que esas afirmaciones son falsas; «Niloufar no hizo ninguna foto de Mahsa Amini en la cama del hospital para publicarla», explicó.
Hamedi y Mohammadi son solo dos de los 45 periodistas y fotógrafos detenidos por realizar su trabajo durante las movilizaciones.
Con casi todos los medios en manos de instituciones vinculadas a las autoridades iraníes, así como por los periodistas y activistas independientes detenidos, además de los escasos medios internacionales sujetos a fuertes restricciones, cada vez es más difícil saber qué está ocurriendo.
Con información de EFE