Las calles de Kherson, al sureste de Ucrania, se convirtieron en un escenario de fiesta luego de que se completara la retirada de los invasores rusos.
Tras ocho meses de ocupación por parte del Ejército de Vladimir Putin, los habitantes de Kherson pudieron sacar nuevamente sus banderas ucranianas y reivindicar su patriotismo.
En diversas calles, los ciudadanos ondearon banderas azul y amarillo y vitorearon a los soldados ucranianos que llegaban tras la liberación de la ciudad.