Un grupo bipartidista de senadores estadounidenses anunció este lunes que ha llegado a un acuerdo para hacer avanzar el proyecto de ley que busca proteger a nivel federal el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Cámara de Representantes había aprobado esa legislación en julio y la votación en el Senado se pospuso en septiembre hasta después de las elecciones de medio mandato, que se celebraron el pasado 8 de noviembre.
La enmienda propuesta y difundida por senadores republicanos y demócratas subraya que ese proyecto de ley no dará lugar al reconocimiento de uniones polígamas y no tendrá un impacto en la libertad religiosa.
La votación, según indicó este lunes el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, comenzará este próximo miércoles.
«Ningún estadounidense debería ser discriminado por la persona a la que ame. Aprobar este proyecto de ley garantizaría en la ley federal salvaguardas muy necesarias», dijo en la Cámara Alta el mismo día en que esta retomó la actividad legislativa tras los comicios del día 8.
El acuerdo alcanzado entre los legisladores «reconoce la importancia del matrimonio» y sostiene que «las parejas del mismo sexo e interraciales merecen la dignidad, la estabilidad y la protección permanente» de esa unión.
Con ese proyecto de ley se promueve que el gobierno federal reconozca una boda entre dos personas si esta es válida en el lugar en el que tuvo lugar, y garantiza que se da «plena fe y crédito» a esos matrimonios independientemente del sexo, raza, etnia o procedencia de sus integrantes.
La movilización en torno a la defensa del matrimonio homosexual tomó impulso después de que el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, derogara el pasado 24 de junio la sentencia «Roe contra Wade», que durante media década protegió el acceso al aborto en el país.
Desde entonces, un gran número de activistas y políticos progresistas han advertido de la posibilidad de que la corte haga lo mismo con otros derechos, como las bodas entre personas del mismo sexo.
En el Senado se necesitará una mayoría cualificada de 60 votos para que salga adelante y el ajustado control de los demócratas en esa cámara hace que la Administración de Joe Biden requiera el apoyo de 10 senadores republicanos.
Tras el voto allí el proyecto de ley volverá a la Cámara de Representantes para que esta lleve a cabo la votación final en una fecha todavía por definir, según explicaron a EFE fuentes de la Cámara Baja.
Con información de EFE