El presidente de Perú, Pedro Castillo, decretó este miércoles disolver temporalmente el Congreso e instaurar un Gobierno de emergencia nacional, horas antes de que el Parlamento debatiera una moción de vacancia, es decir destitución, en su contra que podría haberlo apartado de la jefatura del Estado.
Castillo también anunció un toque de queda que regirá a partir de las diez de la noche en todo el país.
La oposición peruana ha calificado esta maniobra como un golpe de Estado por parte del presidente Castillo en contra de la democracia.
La decisión de Castillo ha provocado una ola de renuncias en su gabinete, incluida la del canciller César Landa, quien ha denunciado un «autogolpe» por parte del mandatario y llamó a la comunidad internacional «a ayudar al re-encausamiento democrático en Perú. Castillo tomó esta decisión sin mi conocimiento ni apoyo», dijo.
«En estricto apego a mis convicciones y valores democráticos y constitucionales, he decidido renunciar irrevocablemente al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión del Presidente Castillo de cerrar el Congreso de la República, violando la Constitución», anunció el hasta hoy canciller de Perú.
«Respetuoso de la institucionalidad democrática y ante el anuncio del cierre del Congreso y la conformación de un gobierno de emergencia nacional, renuncio irrevocablemente a mi cargo de ministro de Justicia y Derechos Humanos», anunció el ministro de Justicia, Félix Chero.