La tormenta invernal Elliot se desplaza lentamente este domingo hacia el este de los Estados Unidos mientras se debilita, aunque las temperaturas permanecen gélidas y menores a las habituales para esta época del año en el este, centro y sur del país.
A las 17.30 horas GMT, 176.000 personas estaban en alerta por tormentas de nieve, según el pronóstico del NWS.
«Se espera que las condiciones mejoren lentamente a medida que el sistema se debilite. Sin embargo, viajar en estas condiciones será extremadamente peligroso» en algunas zonas, advirtió el organismo en un comunicado.
Más de 3.000 vuelos han sido cancelados durante la mañana de este domingo, según el registro de Flight Aware. El viernes fueron 5.800, por lo que miles de personas no pudieron reencontrarse con sus familias en Nochebuena.
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, explicó que fueron cancelados más del 20 % de los vuelos que estaban programados, así como muchos trenes de la red pública Amtrak.
También advirtió de que el frío era «peligroso» para las personas que se aventuraran a hacer trayectos en carretera, por el riesgo a quedar varadas por la nieve.
La Asociación de Automovilismo Estadounidense (AAA, en inglés) pronosticó días atrás que 113 millones de personas emprenderían trayectos de más de 80 kilómetros durante estas festividades.
A medida que remitía la tormenta, el suministro eléctrico fue restableciéndose en las zonas donde la infraestructura energética se había visto afectada por las ventiscas.
A las 17.30 GMT, unos 200.000 usuarios seguían sin luz, principalmente en Maine y en Nueva York. Durante los últimos días, 1,7 millones de hogares y negocios quedaron a oscuras por el temporal.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, compareció públicamente el jueves para advertir a los estadounidenses que se tomaran la tormenta «de forma extremadamente seria» y que siguieran las recomendaciones de las autoridades. EFE