La Oficina del Alto Comisionado de las Nacionas Unidas para los Derechos Humanos reiteró su profunda preocupación por la situación en Bielorrusia.
«El Gobierno de Belarús sigue manejando la maquinaria del Estado para cometer violaciones de derechos humanos«, denunció el portavoz del Alto Comisionado de la ONU, Rupert Colville.
Desde las elecciones presidenciales del 9 de agosto, los bielorrusos han salido a las calles de todo el país en manifestaciones masivas pacíficas para expresar sus quejas. En respuesta, los funcionarios han hecho un uso innecesario o excesivo de la fuerza.
«Continúan las detenciones masivas arbitrarias; hasta la fecha, se estima que más de 25.000 personas han sido detenidas, incluidas más de 1.000 que participaron en protestas de solidaridad en la capital, Minsk, y en todo Bielorrusia el 8 de noviembre», reportó la ONU en un comunicado.
Colville denunció que «en las últimas semanas, las autoridades han ampliado el alcance de los objetivos, y los estudiantes y los trabajadores médicos, en particular, se enfrentan ahora a restricciones y presiones indebidas».
Maltratos y torturas
La Oficina de la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, también recibió informes de la trágica muerte de un hombre de 31 años, Roman Bondarenko, que falleció el jueves tras presuntamente ser maltratado por un miembro de las fuerzas de seguridad.
«Pedimos a las autoridades de Belarús que lleven a cabo una investigación exhaustiva, transparente e independiente sobre este incidente y que compartan públicamente sus resultados. Si efectivamente se ha cometido un delito, el responsable de la muerte de Roman Bondarenko debe comparecer ante la justicia», exigió la ONU.
Hasta la fecha, el gobierno de Bielorrusia no ha proporcionado información sobre el proceso y los resultados de las investigaciones de las denuncias de tortura y otros malos tratos contra manifestantes, tanto durante las detenciones como bajo custodia.
«Los últimos acontecimientos solo refuerzan la sensación de que la impunidad por las violaciones de derechos humanos aparentemente generalizadas cometidas durante las protestas y bajo custodia continúa sin control en Bielorrusia«, expresó el portavoz de la ONU.