Alemania entregará los tanques «Leopard 2» comprometidos a Ucrania entre finales de marzo y principios de abril, afirmó hoy su ministro de Defensa, Boris Pistorius, tras dar ayer el canciller Olaf Scholz luz verde a esos envíos y autorizar también a sus aliados a suministrarlos.
«No tengo ninguna razón para pensar que será demasiado tarde», afirmó Pistorius, quien rechazó que una presunta indecisión de su Gobierno hubiera retrasado los envíos de los carros de combate que reclama Kiev para su defensa.
Pistorius hizo estas declaraciones en la que era su primera visita a tropas de la Bundeswehr (ejército alemán) desde que asumió su cargo, hace una semana y tras la dimisión de su antecesora, la asimismo socialdemócrata Christine Lambrecht, cuestionada principalmente por su gestión respecto a Ucrania.
«No hemos titubeado: hemos negociado», afirmó el ministro, en relación a las conversaciones llevadas a cabo por su Ejecutivo, a distintos niveles, hasta lograr un consenso entre los aliados para los suministros de los «Leopard 2».
Scholz insistió reiteradamente antes de dar luz verde a esos envíos en que estos debían producirse «en estrecho consenso» con sus aliados, tanto europeos como transatlánticos y especialmente con Estados Unidos.
Finalmente ayer el canciller comunicó que Alemania entregará una compañía de esos carros de combate del tipo 2A6 correspondientes a su ejército, lo que supone 14 unidades, además de autorizar a los aliados que dispongan de esos blindados, de fabricación alemana, a sumarse a los envíos.
El propósito es sumar dos batallones -unos 88 carros- principalmente entre los socios europeos. A los de Alemania se unirán previsiblemente otros 14 de Polonia, más un número no concretado de unidades por otros países que han expresado su disposición a participar en los envíos -como Países Bajos, España, Noruega y Finlandia-.
Estados Unidos confirmó asimismo ayer el envío de 31 «Abrams», mientras que Reino Unido había anunciado ya sus 14 «Challenger 2s». Francia, hasta ahora, se limitó a «no descartar» unirse con sus «Leclerc». EFE