Vladimir Putin autorizó el despliegue de sistemas de defensa aérea en el este de Ucrania que incluyeron el lanzamisiles BUK que derribó el 17 de julio de 2014 el avión de Malaysia Airlines (MH17), según “fuertes indicios” publicados hoy por el equipo internacional (JIT) que investiga esa tragedia.
“Hay fuertes indicios de que en Rusia la decisión ha sido tomada por el presidente sobre la provisión del sistema de misiles BUK a los separatistas de la autoproclamada R.P. de Donetsk (RPD)”, señaló el JIT, cuya conclusión se basa en documentos oficiales y conversaciones interceptadas en los días previos a la tragedia del MH17, que dejó 298 muertos.
El JIT, compuesto por autoridades de Australia, Bélgica, Malasia, Países Bajos y Ucrania, advierte que, “después de que los separatistas solicitaran armas antiaéreas de mayor alcance, su solicitud se discutió en la Administración Presidencial en Moscú en la segunda quincena de junio de 2014″.
El JIT aseguró que «hay información concreta» de que se presentó «la petición de los separatistas al presidente», aunque «se desconoce si mencionaba explícitamente un sistema BUK», pero lo que sí está claro es que la decisión «fue positiva» y «poco después, se entregan los sistemas pesados de defensa aérea, incluido el BUK que luego derribó el MH17».
Las conversaciones interceptadas también ofrecen información sobre los miembros de la tripulación que operó la instalación del sistema de misiles en cuestión, pero el JIT lamenta que las autoridades rusas “no están respondiendo preguntas sobre la tripulación, diciendo que no había ningún sistema de misiles BUK ruso presente” en el este de Ucrania.
No obstante, y a pesar de la información nueva sobre la identidad de “varias personas involucradas” en lo ocurrido, en este momento, hay muy pocas pruebas para iniciar una demanda judicial, Moscú se niega a cooperar, los testigos temen por su vida si testifican y el propio Putin cuenta con inmunidad presidencial, resumen.
Lamentan además que esta situación obliga a suspender la investigación temporalmente, pero no cierra el caso.
El MH17, que partió de Ámsterdam con destino a Kuala Lumpur, fue derribado por un misil tierra-aire disparado desde una zona controlada por milicias separatistas prorrusas y el JIT ya concluyó que se trataba de un misil Buk de fabricación rusa que fue trasladado desde territorio de Rusia hasta el este de Ucrania unos días antes de producirse la tragedia.
En base a esta investigación, se pudo iniciar una demanda judicial y el pasado noviembre la Justicia neerlandesa sentenció a “cadena perpetua” a dos ciudadanos rusos, Igor Girkin y Sergey Dubinsky, y al ucraniano Leonid Kharchenko, declarados «culpables» del asesinato de las 298 personas que iban a bordo del MH17.
El juicio a estos tres acusados tuvo lugar en rebeldía porque Rusia se negó a entregar a los sospechosos, y ellos no reconocieron el proceso judicial llevado a cabo en Países Bajos.
EFE