El primer ministro australiano Anthony Albanese se convirtió este sábado en el primer mandatario del país oceánico en desfilar por las calles de Sídney junto a las comparsas del Mardi Gras de la comunidad LGTBIQ+, enmarcado dentro del festival WorldPride (Orgullo Mundial) 2023.
Bajo el lema «reunir, soñar, amplificar», miles de personas celebraron su identidad sexual y de género como parte de unas gran fiesta que contó con unas 200 comparsas, entre ellas las de las lesbianas en motocicletas, de los militares, policías, salvavidas y bomberos, así como las de los indígenas australianos, la comunidad latina de Sídney, inmigrantes y refugiados, entre otras.
«Mi gobierno se ha comprometido a eliminar la desigualdad de género y a seguir avanzando y eliminar los ámbitos en los que sigue habiendo desigualdad por razón de la sexualidad o la identidad de las personas», dijo Albanese el pasado 11 de febrero a los periodistas, cuando anunció su decisión de acudir al desfile.
En 2016, el exprimer ministro liberal Malcolm Turnbull ya había sido el primer gobernante australiano en presenciar el desfile del Mardi Gras de Sídney, que para estas fechas se engalana con las banderas y los colores del arcoiris.
Ahora, siete años después, Albanese se convirtió en el primer mandatario a unirse a la fiesta y marchar junto a las comparsas por las calles.
Si bien la participación de Albanese, quien se unió a la comparsa del Partido Laborista, ha sido recibida de forma positiva por una gran parte de la sociedad, la iniciativa suscitó críticas entre los sectores más conservadores.
Uno de los más feroces de esos críticos fue el exviceprimer ministro y otrora líder del Partido Nacional Barnaby Joyce, quien tuvo que negar esta semana ante los micrófonos de la radio pública ABC los rumores que apuntaban a que se había burlado con voz afeminada sobre el atuendo que usaría Albanese.
El World Pride de Sídney albergará a unos 300 eventos y culminará con la marcha de unas 50.000 personas en el Puente de Sídney el 5 de marzo para impulsar los derechos de la comunidad LGTBIQ+ en Australia -país que legalizó el matrimonio igualitario en 2017 y donde se ha avanzado en muchos frentes, aunque persiste la discriminación contra el colectivo.
EFE