En el mes de octubre de 2019 fue hallado muerto Richard Huckle en una celda de Reino Unido, donde ingresó por delitos de pedofilia. Sin embargo, este miércoles 18 de noviembre de 2020 fue cuando se conocieron todos los detalles durante el juicio.
Huckle, quien fue privado de libertad por abusar de 191 niños huérfanos de entre 6 meses y 12 años residentes en orfanatos de Malasia y Camboya, fue violado y asesinado por otro preso que quería que sintiese lo mismo que vivieron los menores.
Paul Fitzgerald, también encarcelado por delitos de índole sexual, violó a su compañero con un utensilio de cocina, lo estranguló con un cable eléctrico y le metió un bolígrafo por la nariz hasta el cerebro. Además, el hombre presentó golpes en la cara, riñones y una puñalada en el cuello, según reseña Daily Mail.
El homicida nunca se mostró arrepentido, más bien asegura que su acto es “justicia divina”, con la que admitió haberse “divertido mucho”. Fitzgerald sufre problemas de psicopatía y trastornos de personalidad.
El fallecido Huckle estaba condenado a cumplir 22 cadenas perpetuas desde su ingreso en prisión en 2016 por haber violado a 191 niños y niñas de entre 6 meses y 12 años. Todas sus víctimas eran huérfanos residentes en los orfanatos de Malasia y Camboya donde desempeñaba labores de voluntariado.
Con información de 20minutos.