Los maestros de zonas urbanas de Bolivia se movilizaron este lunes para exigir al Gobierno de Luis Arce mejores condiciones para la aplicación del nuevo programa de estudios, algo que no se ha hecho por la falta de presupuesto y la contratación de docentes especializados.
La Confederación de Maestros Urbanos de Bolivia efectuó una masiva marcha desde el límite entre las ciudades vecinas de El Alto y La Paz hasta las oficinas del Ministerio de Educación, en cuyas puertas se instaló una vigilia con la demanda de un diálogo con el ministro Édgar Pary.
«Se han concentrado (las representaciones) de 31 federaciones con sus correspondientes delegaciones», dijo a EFE el representante del magisterio urbano de La Paz, José Luis Álvarez.
El dirigente señaló que su sector pide «más presupuesto para la educación» y cuestiona que se añadan nuevas asignaturas como inglés, artes plásticas, computación y robótica, entre otras, sin la asignación previa de más recursos y una carga horaria separada.
La manifestación también planteó otras reivindicaciones como incrementos de sueldo, pago de horas extras y jubilación.
El secretario general de los maestros urbanos de Santa Cruz, Omar Cavera, señaló a EFE que su gremio decidió «no implementar la nueva malla curricular», ya que tras un mes del inicio de clases no ha habido capacitaciones ni se entregó el material académico.
En una rueda de prensa en La Paz, el ministro Pary volvió a acusar a los dirigentes de los maestros urbanos de buscar «convulsionar» el país y de haberse negado a participar en el proceso de construcción de los nuevos contenidos escolares.
Pary dijo que estos contenidos se basaron en más de 23 propuestas formuladas por organizaciones de padres de familia, estudiantes, entidades públicas y privadas en pos de «mejorar los aprendizajes».
Además, señaló que desde su cartera hay apertura a dialogar y mencionó que pese a la dificultad económica que trajo la pandemia, se hicieron ajustes en 2021 y 2022 al presupuesto de educación, que pasó de 5 a más de 10 %.
Por otra parte, la Iglesia católica inició en esta jornada un encuentro que reúne a varias universidades católicas para «construir una propuesta curricular para el sistema de educación regular» y que se aplique en sus entidades educativas.
La iglesia criticó en su momento que el nuevo plan de estudios «no prioriza la calidad educativa», que fue definida «unilateralmente» y que en él no se incluyen temáticas «del fuero interno de la familia» como los contenidos de educación sexual.
La tensión por el nuevo programa de estudios ha generado la oposición de algunos sectores de los maestros y los padres de familia que han considerado que, además, promueve la «ideologización» de los colegiales al incluirse temáticas de educación sexual o cuestiones políticas a favor del Gobierno.
EFE