La Fiscalía de Panamá informó este miércoles que comenzará a enterrar el próximo viernes los cuerpos no reclamados de los migrantes fallecidos en el trágico accidente de autobús del pasado febrero, en el que murieron al menos 39 personas, la peor tragedia de este tipo en el país.
Los cuerpos serán sepultados en David, en la provincia de Chiriquí limítrofe con Costa Rica, cerca de donde ocurrió el accidente, según el comunicado del Ministerio Público.
Por el momento 18 «cuerpos se mantienen en la morgue judicial en el distrito de David» y «paralelamente se han remitido a los familiares de las víctimas pertenencias que se ubicaron en el sitio del accidente», señaló la Fiscalía.
También indicó que hoy se entregaron «cinco cuerpos, que corresponden a ciudadanos venezolanos», lo que eleva a 21 el número de cadáveres, de nacionalidad cubana, colombiana, venezolana, ecuatoriana y panameña dados a sus familiares.
María Eugenia Batista, investigadora de Gualaca, área donde ocurrió el accidente, detalló que «se mantienen en contacto con autoridades de Camerún, a fin de lograr se proceda con la entrega de los restos de sus nacionales en las próximas horas».
El pasado 15 de febrero un autobús que trasladaba a 66 migrantes desde un albergue en Darién, la peligrosa frontera con Colombia, hasta otro en Chiriquí, se accidentó causando la muerte de 37 migrantes y dos panameños, según los últimos datos oficiales, que rebajan la cifra previa de 40 fallecidos.
Más de una semana después, se incendió otro autobús con 57 migrantes fletado por las autoridades panameñas para el transporte de migrantes hasta la frontera con Costa Rica, sin fallecidos ni heridos, quedando totalmente calcinado.
Con información de EFE