La Nunciatura Apostólica en Nicaragua cerró su sede en Managua, después de que la dictadura de Daniel Ortega le planteara al Vaticano suspender las relaciones diplomáticas la semana pasada tras las declaraciones del papa Francisco que calificó como «dictadura grosera» al Ejecutivo sandinista, informaron este sábado fuentes diplomáticas.
«La Nunciatura se cerró después de que el Gobierno nicaragüense decidiera unilateralmente suspender las relaciones«, indicó la embajada de Alemania en Nicaragua, a través de sus redes sociales.
El embajador de Alemania en Nicaragua, Christoph Bundscherer, junto a sus colegas de Francia, Brieuc Pont; de Italia, Simone De Santi, y una representante de la delegación de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, se despidieron del encargado de negocios del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, «antes de su salida del país».
Según el portal nicaragüense Confidencial, Diouf salió de Nicaragua la tarde del viernes vía terrestre con destino a Costa Rica, en donde se encuentra.
El medio, que cita fuentes diplomáticas en Roma, informó que la sede de la Nunciatura en Managua quedó bajo resguardo del Gobierno de Italia, a través de su embajada en Managua.
«Junto a la Iglesia católica, los representantes de la Unión Europea en Nicaragua también defenderemos siempre los valores cristianos de libertad, tolerancia y dignidad humana», aseguró el diplomático alemán, quien lamentó el cierre de la Nunciatura.
El embajador italiano expresó «los mejores deseos para el encargado de negocios de la Santa Sede en Managua, monseñor Marcel Diouf».
El régimen nicaragüense informó el domingo pasado «que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas», luego que el papa Francisco calificara como «dictadura grosera» al Ejecutivo de Daniel Ortega.
El papa Francisco apuntó que Ortega tenía en Nicaragua una «dictadura grosera» y lo comparó con el genocida Adolf Hitler, un mes después de la condena del obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión, según una entrevista publicada el viernes de la semana pasada.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», aseveró el papa Francisco al portal argentino Infobae desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.
EFE