El banco Credit Suisse, la primera víctima fuera de Estados Unidos de la crisis bancaria que estalló la semana pasada en este país, será absorbido por su competidor UBS, con el aval del Gobierno suizo, anunció este domingo el gobierno federal.
«Es una solución apoyada por el gobierno, que garantiza las condiciones marco para su éxito», dijo el presidente de Suiza, Alain Berset.
Para avanzar con esta decisión, la Confederación Suiza otorgará una garantía equivalente a más de 9.000 millones de euros para reducir los riesgos en los que incurre el banco UBS al absorber el Credit Suisse, dijo la ministra de Finanzas, Karin Keller-Sutter.
Esta garantía funciona «como si fuese un seguro» y cubrirá eventuales pérdidas «de un portafolio muy específico» del Credit Suisse y únicamente si estas pérdidas superan un umbral que la ministra no precisó.
Keller-Sutter indicó que la quiebra de Credit Suisse «hubiese tenido consecuencias irreparables» no sólo para Suiza, sino para la banca en el resto del mundo y que por esta razón «asumimos responsabilidades que van más allá de nuestras propias fronteras».
EFE