La noche del lunes 27 de marzo después de una jornada de detenciones de migrantes en Ciudad Juárez, cerca de 70 personas permanecían encerradas en la estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en esta ciudad de la frontera entre México y Estados Unidos.
Esa noche, después de varios reclamos por el hacinamiento y las condiciones de encierro, en las que no tenían ni agua potable para beber, los migrantes decidieron iniciar una protesta para ser liberados. No tenían que estar encerrados, pues no habían cometido ningún delito.
Según las autoridades mexicanas, uno de los migrantes incendió unas sábanas y colchonetas como forma de presión, pero el fuego se salió de control y los funcionarios que debían garantizar su integridad y vida, no lo hicieron. Por el contrario, los dejaron encerrados, mientras morían calcinados. La inacción quedó en evidencia en un video de una cámara de seguridad.
40 migrantes murieron por el incendio. Siete de ellos eran venezolanos. El resto de las víctimas eran de Guatemala, El Salvador, Honduras y Colombia.
Pero aunque siete venezolanos fallecieron en Ciudad Juárez, y otros cinco resultaron lesionados, el régimen de Nicolás Maduro sigue sin expresar públicamente sus condolencias a los familiares y exigir al Gobierno mexicano una investigación y castigo para los responsables.
Hasta ahora, únicamente la Embajada de Venezuela en México, a cargo de Francisco Arias Cárdenas, se limitó a emitir un indolente comunicado, luego de tres días de silencio.
Las víctimas venezolanas
Joel Alexander Leal Peña cumpliría 21 años el 30 de marzo. Era de Mariara, estado Carabobo. Su sueño era llegar a Estados Unidos. Su madre, Dania Leal, logró identificarlo en el video de la cámara de seguridad. Era el migrante que pateaba las rejas de la celda, clamando por auxilio para poder escapar del fuego y el humo.
Orlando José Maldonado Pérez, de 26 años. Era oriundo de Tucapé, en el municipio Cárdenas del estado Táchira. Tenía un mes de haber llegado a México, con el sueño de cruzar la frontera en busca de nuevas oportunidades en Estados Unidos. Dejó a un hijo en la orfandad.
Óscar José Regalado Silva, de 25 años. Era originario de la parroquia Carlos Soublette del estado Vargas. Estuvo 7 meses en México, donde intentó cruzar hacia Estados Unidos en varias oportunidades y no pudo lograrlo.
Rannier Edelber Requena Infante, de 29 años. Era procedente del estado Guárico, municipio Roscio, San Juan de los Morros. Tenía dos pequeñas hijas. En Marzo había intentado cruzar la frontera entre México y Estados Unidos junto a cientos de migrantes.
Samuel José Marchena Guilarte, de 29 años. También era originario de Guárico, del municipio Francisco de Miranda, en Calabozo.
Orangel José López Guerrero, de 22 años.
Rafael Mendoza Mendoza, de 22 años.