China anunció este viernes la imposición de sanciones a la representante de Taiwán ante Estados Unidos, Hsiao Bi-khim, por pedir el apoyo estadounidense a la agenda independentista de la isla con el fin de provocar confrontación en el Estrecho de Formosa, anunciaron hoy medios oficiales.
Las medidas fueron anunciadas por la Oficina para Taiwán del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), el máximo órgano del país asiático para los asuntos relacionados con la isla autogobernada, recoge la agencia estatal Xinhua.
Estas sanciones son una de las primeras respuestas de China a las escalas y actividades realizadas en los últimos días por la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, en Estados Unidos, donde este miércoles se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Un portavoz de la citada Oficina afirmó que Hsiao trató de socavar la paz y estabilidad entre los dos lados del Estrecho de Taiwán y advirtió de que «ninguna persona o fuerza debe subestimar nuestra determinación y capacidad de defender la soberanía y la integridad territorial de China».
Las sanciones, que se extienden también a la familia de Hsiao, incluyen la prohibición de entrada a China continental, Hong Kong y Macao, así como el veto a que sus fuentes de financiación o empresas relacionadas cooperen con particulares u organizaciones chinas.
Hsiao, quien forma parte de un listado en el que las autoridades chinas incluyen a quienes denominan «fanáticos separatistas taiwaneses», ya fue sancionada en términos similares en agosto pasado junto a funcionarios como el vicepresidente de la Asamblea Legislativa de Taiwán, Tsai Chi-chang y otros miembros del gobernante Partido Progresista Democrático (PPD).
Por otro lado, la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo) anunció este viernes sanciones a la Fundación Prospect y al Consejo de Liberales y Demócratas Asiáticos.
La portavoz de ese departamento, Zhu Fenglian, afirmó que bajo el auspicio del PPD dichas organizaciones emplearon las excusas de «la democracia, la libertad y la cooperación» para abogar por la independencia de Taiwán y conspiraron con fuerzas anti-chinas violando el principio de ‘una sola China’.
Los responsables de las organizaciones sancionadas tampoco podrán acceder a China continental, Hong Kong ni Macao.
China condenó el jueves la estancia y actividades de la presidenta Tsai en EE.UU., país al que acusó de «confabulación» con Taiwán, a la vez que avanzó que responderá con «medidas resueltas y efectivas para salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial».
Por su parte, EE.UU. pidió al país asiático «no sobrerreaccionar» a la reunión e insistió en que el paso de la presidenta taiwanesa por su territorio es «una escala» de su viaje a Centroamérica, según la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La situación recuerda a la ocurrida en agosto pasado, cuando la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, enfureció a Pekín, que la calificó de «farsa» y «traición deplorable».
En respuesta, China impuso sanciones a Pelosi, suspendió el diálogo con EE.UU. en varios ámbitos importantes y desplegó en el Estrecho de Taiwán maniobras militares de una intensidad inédita en décadas.
La isla es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con China.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949 tras perder la guerra civil contra el ejército comunista. EFE