El embajador de Estados Unidos en Trinidad y Tobago, Joseph N. Mondello, destacó este miércoles que la crisis migratoria que afecta a la región, y que estos últimos días se ha evidenciado en la isla caribeña tras la deportación de 16 niños venezolanos, es responsabilidad de la dictadura de Nicolás Maduro.
«La responsabilidad de la crisis humanitaria en Venezuela radica directamente en las políticas fallidas y los abusos del régimen de Maduro. En septiembre, la Misión Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre Venezuela documentó que desde 2014, mucho antes de que la actual OEA y el liderazgo estadounidense asumieran el cargo, las autoridades venezolanas bajo Maduro han cometido graves violaciones de derechos humanos y crímenes en violación del derecho internacional, incluidos los extrajudiciales. ejecuciones, torturas, detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza», señaló el diplomático a través de un comunicado.
La declaración es en respuesta a los dichos del primer ministro trinitario, Keith Rowley, quien aseguró que se ha «declarado la guerra a Trinidad y Tobago por tener la temeridad de no haberse unido a Elliott Abrams y al presidente Trump para forzar un cambio de régimen violento en Venezuela».
El embajador Mondello manifestó que «la incompetencia económica del régimen de Maduro ha llevado a un país que alguna vez fue próspero y rico en recursos, a la pobreza y la confusión. Muchos culpan a las sanciones, pero la economía venezolana estaba en caída libre mucho antes de que Estados Unidos comenzara a imponer sanciones en agosto de 2017 y la Unión Europea en noviembre de 2017«.
El diplomático estadounidense enfatizó que «es Maduro y sus partidarios, no las sanciones, quienes tienen la culpa de los millones de venezolanos que viven en condiciones económicas nefastas y que han huido de sus hogares desde que asumió el poder».
En este sentido, resaltó que «hasta que el pueblo venezolano disponga de elecciones libres y justas bajo la atenta mirada de respetables observadores internacionales, el status quo continuará. Los refugiados, las armas, las pandillas y las drogas que se originan en Venezuela continuarán plagando la región hasta que la democracia regrese al pueblo venezolano».
Finalmente, manifestó su disposición de seguir trabajando con Trinidad y Tobago para ayudar a mitigar las consecuencias de esta crisis.
«Esperamos el día en que los venezolanos se sientan lo suficientemente seguros como para regresar a casa y reconstruir su país en lugar de buscar refugio en otro lugar», concluyó el embajador.