El alto representante de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, afirmó este martes que el intento de rebelión protagonizado por el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, le recordó a los acontecimientos de 1917, cuando Rusia vivió la revolución que puso fin al régimen zarista.
“Este fin de semana tuvimos algunos acontecimientos que me hicieron recordar 1917, y la frase de (Karl) Marx diciendo que la historia vuelve. La primera vez una tragedia y la segunda una comedia”, señaló Borrell durante una intervención en la conferencia anual del Instituto de la Unión Europea para Estudios de Seguridad.
“Pero ahora las cosas están un poco más calmadas”, reconoció Borrell, tras haber abortado Prigozhin sus planes de llevar sus tropas a Moscú.
El lunes, los ministros de Exteriores de la UE abordaron en un Consejo el motín ocurrido el sábado, que aseguraron les pilló por “sorpresa”, y abrieron la puerta a dotarse de una estrategia para hacer frente a la posibilidad de inestabilidad política en una gran potencia nuclear como Rusia.
“Como he dicho, estos días hemos vivido acontecimientos dramáticos en Rusia”, reconoció Borrell, quien destacó a su vez otras crisis con las que está lidiando la UE, como la guerra de agresión rusa en Ucrania pero también las crecientes tensiones entre Kosovo y Serbia.
“Vivimos en un mundo político de poder. No es el mundo que nos gustaría, pero es así”, aseveró, y adelantó que en su cumbre de este jueves y viernes en Bruselas los líderes de la Unión tratarán la propuesta que ha elaborado junto a la Comisión Europea sobre seguridad económica.
El jefe de la diplomacia comunitaria dejó claro que, después de que la UE se haya librado de la dependencia del petróleo y el gas rusos, es necesario evitar nuevas “dependencias arriesgadas”, como es el caso de las materias primas necesarias para desarrollar las transiciones verde y digital que en gran medida están en manos de China.
“Tenemos que buscar una manera de equilibrar cómo proteger nuestros intereses, pero teniendo en cuenta también cómo afectarán a nuestra relación con socios clave”, consideró, a la vez que enfatizó que la UE no puede “dejar de ser una economía abierta”.
Borrell puso de relieve la “bipolaridad acelerada entre Estados Unidos y China” pese a que en el mundo lo que subyace es una “multipolaridad desordenada que no se reduce a dos polos”, y una serie de países “desalineados” van “cambiando de órbita” y “girando alrededor de otro polo”.
A su vez, consideró que una “batalla de ofertas” ha sustituido a la “batalla de narrativas” y prima “quien ofrece más en términos de seguridad”.
En todo caso, el alto representante destacó la labor del grupo de trabajo del Servicio Europeo de Acción Exterior contra la desinformación, y cifró en más de 20 millones las personas que han estado utilizando sus canales en las redes sociales, “incluso desde Rusia”.
A través de ellos, se han expuesto “más de 15.000 casos de pruebas claras de campañas de desinformación y de creciente cooperación de actores externos que interfieren en nuestros procesos políticos”, dijo.
“Tenemos que asignar más recursos a esta batalla”, apostilló. EFE