Al menos un 80% de las embarcaciones de pesca, tanto de altura como artesanal, en la Península de Macanao, estado Nueva Esparta, se encuentran paralizadas por falta de combustible.
La crisis de gasolina y el diésel que se agudizó desde principios de este año, golpea fuertemente una de las principales actividades económicas de la región insular, según lo confirman los trabajadores del mar.
La situación ha generado el deterioro no solamente en la madera de los botes, sino también en los motores e instalaciones eléctricas de los mismos.
Los hombres y mujeres de mar de la zona peninsular que han dedicado toda su vida a este oficio, temen abandonar de manera definitiva los anzuelos, un negocio que para ellos, lamentablemente, ya no es rentable.
Con información de LaPatilla.com