El Ayuntamiento de Venecia, en Italia aprobó hoy el pago de «una contribución de acceso», una especie de peaje turístico a la entrada de la ciudad, que será de 5 euros para los visitantes con el fin de desalentar al turismo diario de masas a partir de la próxima primavera.
La aprobación de esa tasa ha estado envuelta en una polémica por la que se ha llegado a interrumpir el pleno municipal en varias ocasiones ante la agitada protesta de unas doscientas personas reunidas en la sede del Ayuntamiento, el Ca’ Farsetti, contra la medida.
Venecia, que recibe cerca de 30 millones de turistas al año, se convertirá así en la primera ciudad del mundo en establecer este peaje, que llega después de que la Unesco declarara el pasado julio que iba a proponer la inclusión del municipio en la lista de patrimonio en peligro, ya que las medidas adoptadas por el Estado italiano para proteger a la ciudad y su laguna eran «insuficientes» y «deben ser ampliadas».
«Venecia es una ciudad abierta y libre, y como tal se mantendrá siempre. Hemos decidido actuar y estamos iniciando una experimentación, pionera en el mundo, para salvaguardar Venecia después de años de inmovilismo», justificó su alcalde, el conservador Luigi Brugnaro, en sus redes sociales.
La tasa, que se implementará a partir de la primavera de 2024 se impondrá en la primera fase de pruebas únicamente en los 30 días con más afluencia turística del año, señalaron los medios locales.
El voto ha contado con 24 votos a favor y 12 en contra durante una tensa sesión en la que han interrumpido centenares de manifestantes contra la medida, que se venía debatiendo desde 2019.
Según se indica en la web municipal, «la resolución establece las directrices para la introducción de un nuevo sistema de gestión de los flujos turísticos, con la definición de principios generales, exclusiones, exenciones, controles y sanciones, a través de una plataforma multicanal y multilingüe que estará disponible en breve».
El objetivo «es desalentar el turismo diario en ciertas épocas, en línea con la delicadeza y singularidad de la ciudad», resalta el Consistorio, que especifica que la cuota de acceso «deberá pagarla toda persona física, mayor de 14 años, que acceda a la ciudad», salvo los residentes, los trabajadores y los estudiantes.
También quedan exentos los turistas que pasen la noche en la ciudad, los residentes de la región del Véneto, las personas necesitadas de cuidados, los participantes en competiciones deportivas, las fuerzas del orden en servicio y los familiares de los residentes.
El pasado 31 de julio, la Unesco anunció que iba a proponer la inclusión de Venecia en la lista de patrimonio en peligro, ya que las medidas adoptadas por el Estado italiano para proteger a la ciudad y su laguna eran «insuficientes» y «deben ser ampliadas».
El Centro de Patrimonio de la Unesco consideró el turismo de masas, los proyectos de reforma y el cambio climático unas de las principales amenazas de la ciudad italiana, ya que dañan las estructuras de los edificios y las zonas urbanas degradando su identidad cultural y social.
EFE