Tras la gira del Nicolás Maduro a China y 31 acuerdos alcanzados entre el régimen y el gigante asiático, en agricultura, lucha contra la pobreza, economía y comercio, energía, minería, cultura, educación, ciencia, tecnología, industria y desarrollo aeroespacial, el especialista en derecho internacional y diplomacia, Mariano de Alba, consideró que el apoyo político de Beijing a la comitiva venezolana no es suficiente, debido a que es una asociación de trabajo «a tiempo completo».
Ambas naciones suscribieron durante la decimoséptima reunión de la comisión mixta de alto nivel «elevar las relaciones bilaterales a la asociación estratégica a toda prueba y todo tiempo«, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de la nación suramericana, Yván Gil, a través de la red social X (antes Twitter)
De Alba explicó que este reciente convenio en el que el presidente chino Xi Jinping da un apoyo político y técnico importante a Maduro, pero sin comprometer financiamiento o grandes inversiones. No es una «asociación estratégica a toda prueba» como quiere traducirlo Miraflores, sino de trabajo “a tiempo completo” y de implementar reformas.
«China está dispuesta a compartir su experiencia y transferir tecnología pero sin sacar la chequera. Irá evaluando involucramiento en Venezuela con base a resultados que pueda presentarle el gobierno, incluyendo en 2024 cuando las relaciones bilaterales cumplirán 50 años,» destacó de Alba.
China espera por una mayor productividad en el país antes de involucrarse más, puesto que «la decepción por la pésima gestión del gobierno pesa tanto, que igual que Colombia hace poco, Pekín también aprovechó para cerrar un acuerdo bilateral de protección de inversiones que será suscrito pronto.»
Maduro regresa a Caracas bajo la dependencia de un posible acuerdo con Estados Unidos que permita una posible mayor recuperación de la producción y exportación petrolera, viable si Washington accede a una flexibilización de sanciones, aseguró el asesor de Crisis Group.