Estudios realizados por la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia y la Organización Mundial del Ictus, revelan que 1 de cada 4 personas en el mundo muere por trombosis, superando el número de personas que pierden la vida cada año por enfermedades como SIDA, cáncer de mama o accidentes automovilísticos. Se trata de la primera causa de muerte hospitalaria en el mundo.
Las enfermedades tromboembólicas son afecciones provocadas por la formación de un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo, que puede producirse a nivel de venas o arterias.
Cuando se forma un trombo, este puede bloquear o reducir el flujo de la sangre en el vaso sanguíneo, o también puede desprenderse y trasladarse por venas y arterias hasta otras partes del cuerpo.
Por su parte, el accidente cerebrovascular o ictus, una de las enfermedades tromboembólicas, se produce por la brusca obstrucción o rotura de una arteria cerebral, lo que puede dejar secuelas físicas o mentales irreversibles. Más de 110 millones de personas en el mundo han sufrido un ACV y, en Venezuela, son la cuarta causa de muerte.
Pero ante estas cifras alarmantes, lo más importante a destacar es que las enfermedades tromboembólicas pueden prevenirse: la trombosis en el 60% de los casos y el ictus hasta en el 80% de los episodios. Entre las medidas de prevención de estas patologías, se encuentran:
- Dejar de fumar, incluso los cigarrillos electrónicos, y limitar el consumo de alcohol.
- Mantener una alimentación balanceada, ejercicio físico y peso saludable.
- Controlar la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol.
- Determinar factores de riesgo con un especialista, según su historia familiar y clínica.
- Cumplir con el tratamiento indicado luego de una hospitalización o cirugía mayor.
- Conocer los signos de alerta y, de presentarlos, solicitar asistencia médica.
Para la prevención de los accidentes cerebrovasculares, incluso se maneja el acrónimo R.A.P.I.D.O. para identificar con más facilidad sus síntomas: Rostro caído, Alteración del equilibrio, Pérdida de fuerza en brazos o piernas, Impedimento visual repentino, Dificultad para hablar. La última letra es un llamado para Obtener atención médica inmediata. Se estima que los pacientes que reciben tratamiento dentro de los primeros 90 minutos, tienen el triple de probabilidades de recuperarse de discapacidades.