La Fiscalía del «caso Alves» y la acusación particular replicaron a la defensa que el daño por la exposición mediática lo ha sufrido la víctima, después de que la madre del futbolista divulgara en redes sociales la identidad e imágenes de la joven.
El exjugador del FC Barcelona se sienta desde hoy en el banquillo de la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona, que ha reservado tres días -hasta el miércoles- para juzgar al futbolista, para quien la Fiscalía pide nueve años de prisión por agresión sexual y doce la acusación particular ejercida por la víctima.
La fiscal, Elisabeth Jiménez, y la acusación particular se han opuesto en bloque a las cuestiones previas planteadas al inicio del juicio por la abogada de Alves, Inés Guardiola, quien ha pedido la nulidad del proceso al considerar que durante la instrucción se ha vulnerado su derecho a la defensa y ha sido sometido a juicio paralelo.
La defensa ha apoyado sus argumentos en las más de 500 informaciones del «caso Alves» que los medios de comunicación han publicado desde que fue denunciado y, especialmente, una vez fue detenido y entró en prisión, el 20 de enero de 2023.
Frente a ello, las acusaciones han blandido los datos y las imágenes de la víctima que publicó el mes pasado en su perfil de Instagram la madre de Alves, acompañados de comentarios que intentaban desacreditarla.
«El personaje público es el acusado, no mi representada», ha recordado Ester Garcia, abogada de la acusación particular, que también ha esgrimido la entrevista que Alves dio a un medio de comunicación, exponiendo su versión de los hechos, desde la prisión de Brians en que está preso.
La abogada de la víctima también ha negado la tesis de la defensa -que sostiene que la jueza instructora incurrió en falta de neutralidad- y ha lamentado que, en su opinión, lo que en realidad estaba solicitando para Alves era un «derecho privilegiado».
EFE