Trece organizaciones de la sociedad civil cubana independiente exigieron este jueves a la comunidad internacional más presión sobre la dictadura de Miguel Díaz-Canel para que respete los derechos humanos y libere a las personas encarceladas por motivos políticos.
El reclamo tuvo lugar en una audiencia pública sobre la libertad de asociación en Cuba celebrado a petición de esas organizaciones en el marco del 189 período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), un organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Estado cubano no participó en el acto, pese a haber sido invitado, aseguraron los organizadores. Cuba no pertenece a la OEA desde su exclusión en 1962.
La coordinadora del colectivo feminista independiente Alas Tensas, Yanelys Núñez, aseguró en su intervención que «la situación en Cuba requiere de la atención urgente por parte de la comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos».
«Es crucial aumentar la presión sobre el Gobierno cubano para que cese la violencia y la represión contra las mujeres, libere a las presas y presos políticos, garantice la protección de los derechos humanos de todas las personas y se comprometa con un proceso de cambio hacia el respeto por la pluralidad política y la dignidad humana«, agregó Núñez.
Por su parte, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, solicitó a la CIDH en un testimonio grabado que «interceda por la liberación de todos los presos políticos cubanos y exija al régimen cubano el fin de la represión y persecución política, (y) el fin de la criminalización del derecho de los cubanos a manifestación y protesta política».
La directora ejecutiva de Cubalex, Laritza Diversent, denunció que en Cuba se «estrangula el espacio cívico» y aseguró que el Estado emplea «estrategias sistemáticas para desmantelar las organizaciones de la sociedad civil independiente».
Camila Rodríguez, directora de Justicia 11J, consideró por su parte que es «imperativo» que el Gobierno cubano «mejore las condiciones carcelarias» y que la comunidad internacional intensifique «la presión y el escrutinio» para el «respeto de los derechos humanos para la población carcelaria».
Las ONG presentaron de forma paralela a la CIDH un informe en el que recomendaron al organismo a «reconocer las limitaciones» de la libertad de asociación en Cuba y exigir a La Habana a que cumpla sus «obligaciones internacionales en materia de derechos humanos».
También propusieron celebrar una sesión extraordinaria del consejo permanente de la OEA para abordar la situación de los derechos humanos en la isla.
El relator para Cuba de la CIDH, Edgar Stuardo Ralón, afirmó por su parte que el Gobierno cubano es un «fracaso en materia de derechos humanos», pidió una «transición democrática» para garantizar su respeto y reiteró su llamado a «la liberación de todos los presos políticos y de conciencia».
La secretaria ejecutiva de la CIDH, Tania Reneaum Panszi, lamentó que la dictadura cubana no estuviese presente en esta audiencia pública, pese a haber sido invitado: «No tenemos la voluntad del Estado para dialogar».
Con información de EFE