La policía belga detuvo este domingo a cuatro personas, tres de ellas menores, sospechosas de estar vinculadas al extremismo islamista y de planear ataques en el país, durante una operación antiterrorista llevada a cabo de forma simultánea en Bruselas, Ninove, Charleroi y Lieja.
El detenido más joven apenas tiene 15 años y tan sólo llevaba unos pocos meses viviendo en Ninove, según explicó la alcaldesa de la ciudad, Tania De Jonge, en declaraciones recogidas por la radiotelevisión neerlandófona belga VTR.
Los otros dos menores arrestados tienen al menos 16 años, pero de momento las autoridades no han precisado más detalles, mientras que el único adulto detenido tiene 18 años, es decir, con la mayoría de edad recién cumplida.
El ministro de Justicia belga, Paul Van Tigchelt, afirmó en declaraciones recogidas por VTR que «no es la primera vez» que detectan a jóvenes «radicalizarse muy rápidamente», especialmente a través de las redes sociales y grupos de comunicación cerrados.
Los arrestados intercambiaron mensajes en los que planeaban ataques y, por ello, las autoridades decidieron lanzar el operativo como medida de precaución para evitar que llevaran a la práctica alguna posible acometida.
Las autoridades no han detallado cuán concretos eran los planes de los detenidos, ni contra qué personas o lugares pretendían atacar, pero el ministro Van Tigchelt defendió la necesidad de «no dejar nada al azar» e intervenir «inmediatamente» cuando se detectan amenazas de este tipo, en declaraciones recogidas por VTR.
Los investigadores no encontraron ni armas ni explosivos durante ninguno de los cuatro registros realizados, que la policía llevo a cabo con medidas de seguridad reforzadas y con el apoyo de unidades especiales, tal y como suele ocurrir cuando se trata de una operación antiterrorista.
Durante el pasado año 2023, las denuncias vinculadas al terrorismo en Bélgica aumentaron en un 41 %, según publicó este viernes el organismo que analiza las amenazas a la seguridad del país, la OCAM.
El ente relacionó este incremento con el estallido de la guerra en Gaza y con el atentado yihadista del pasado 16 de octubre en Bruselas, en el que fueron asesinadas dos personas aficionadas de la selección de fútbol de Suecia.
La OCAM indicó en un comunicado publicado este viernes que recibió 332 denuncias relacionadas con el terrorismo en 2023 frente a las 236 de 2022.
El 55 % de los 332 informes se evaluaron como amenaza baja, poco más de un tercio como nivel medio y alrededor del 7 % se interpretaron como, en algún momento, graves.
Alrededor el 10 % de las denuncias registradas en 2023 se refirieron a «proyectos fomentados por varios individuos», agregó el organismo, que señaló que más del 40 % del conjunto de las denuncias estaban vinculadas al extremismo islamista.
En otro 41 % no se pudo determinar «la dimensión ideológica de la amenaza», si bien «los agravios personales o los problemas psicológicos parecen ser a menudo la principal motivación en estos casos».
El grado de alerta terrorista en Bélgica se encuentra en el nivel 3, sobre una escala de 4, lo que significa que hay un riesgo grave de ataque, y que las amenazas son posibles y probables. La diferencia con el nivel 4 es que, en este punto, la amenaza se considera inminente. EFE
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