El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, dijo este domingo que en los últimos tres años la Administración de Joe Biden ha «devuelto o expulsado» a más migrantes ilegales que en los cuatro años del Gobierno anterior de Donald Trump (2017-2021).
El jefe de migración del presidente estadounidense señaló en una entrevista con CNN que desde el pasado mayo EE.UU. expulsó «a más personas que en cualquier año desde 2015».
No obstante, la magnitud de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos se ha traducido en la llegada de más de 2,2 millones de migrantes en 2023.
Una encuesta del Wall Street Journal (WSJ) publicada este domingo señala que cada vez más votantes estadounidenses están centrando su atención en la inmigración, un tema peligroso para el presidente Biden, quien busca su reelección.
Alrededor del 20 % de los encuestados por el rotativo citó la inmigración como lo más importante para su voto en las elecciones presidenciales de este año. El segundo tema es la economía.
Tanto Biden como su antecesor y posible rival en las elecciones de noviembre viajaron este jueves a la frontera sur de Estados Unidos, para señalar que la migración en un eje central de sus respectivas campañas.
Durante su discurso en la ciudad de Brownsville, que limita con Matamoros (México), Biden insistió en la «necesidad» de aprobar un polémico proyecto de ley bipartidista que incluía restricciones al derecho al asilo en la frontera a cambio del apoyo republicano para seguir financiando a Ucrania e Israel en su defensa frente a Rusia y el grupo islamista palestino Hamás.
Mientras que el exmandatario republicano reiteró sus habituales comentarios xenófobos sobre los inmigrantes, asegurando que son «terroristas» y que llegan desde «cárceles e instituciones mentales».
«Se está permitiendo que entren en nuestro país. Y eso es horrible», dijo Trump tachando a Biden de ser «probablemente el presidente más incompetente de la historia» estadounidense e intentando vincular el aumento de los cruces en la frontera con el crimen en el país.
«Cuando alguien violaba la ley, nosotros lo capturábamos y lo deportábamos. Hicimos un gran trabajo. Después hubo una elección (…) y a partir de ese momento empezaron a pasar un montón de cosas malas. La situación cambió en Texas y en todas partes», sostuvo el republicano. EFE