El resultado en Hungría de las elecciones europeas han redibujado el mapa político del país, con un pérdida de apoyo a Viktor Orbán, primer ministro con mayoría absoluta desde 2010, y con el auge de un antiguo aliado Péter Magyar, que ha arrebatado también apoyos a gran parte de la oposición progresista.
El Fidesz de Orbán logró el 45,6 % de los votos en las europeas y once de los 21 escaños húngaros en la Eurocámara, y quedó primero en las elecciones municipales que se celebraron paralelamente.
«Hemos ganado ambas elecciones. Los húngaros han lanzado el mensaje de que eligen la paz», afirmó Orbán, insistiendo en su discurso a favor de negociar con Moscú frente al belicismo del que acusa a los países europeos que apoyan a Ucrania frente a la invasión rusa.
Un éxito, sin embargo, empañado por el hecho de que el peor resultado del partido en unas europeas, con ocho puntos y dos escaños menos que en 2019.
Tisza, el partido de Magyar, que trabajó para el Fidesz en Bruselas y fue marido de una exministra muy cercana a Orbán, logró el 29,6 % de los votos, y siete escaños, en estas sus primeras elecciones que, anunció, supone el inicio de un nuevo ciclo político en Hungría.
Según Magyar, que ha recorrido en persona 200 localidades para hacer campaña, sin apenas propaganda electoral en calles y teles, estas elecciones han sido «el Waterloo del régimen (de Orbán), el comienzo del fin».
Nueva era política
El director del instituto Political Capital, Péter Krekó, explicó en la emisora privada ATV que «se ven cambios muy profundos» en la política húngara, y subrayó que el Fidesz ha tenido sus peores resultados en unas elecciones europeas.
Magyar ha logrado en un par de meses lo que la oposición progresista lleva intentando desde hace años.
Su llegada a la política fue el pasado febrero, aprovechando un escándalo en el que la entonces presidenta y la candidata del Fidesz a las europeas, su ex esposa, dimitieron por su implicación en el indulto a un director de un centro para menores condenado por pederastia.
La poca prensa independiente que queda en Hungría, tras años de control mediático del Fidesz, también habla del inicio de un nuevo episodio en la política del país, con un actor que se ha convertido, nada más llegar, en la fuerza más importante de la oposición.
De hecho, Péter Krekó recuerda que para la oposición progresista, que lleva años tratando de reducir el poder hegemónico de Orbán, «los resultados significan un enorme fracaso», al pasar de cinco a dos representantes en el Parlamento Europeo.
Tisza ha tenido también buenos resultados en las municipales en Budapest y se convirtió en la segunda fuerza en el Ayuntamiento.
Magyar ha asegurado que no se aliará en el Gobierno local ni con el Fidesz ni con la oposición, lo que dificultará la labor del alcalde, el progresista Gergely Karácsony, que ayer revalidó su mandato con unos resultados muy ajustados.
Derecha y ultraderecha
De momento Magyar ha expresado su interés en unirse al conservadores Partido Popular Europeo (PPE).
Orbán se salió de esa familia en 2021, antes de que lo expulsaran por violar los principios y valores europeos.
Desde entonces ha manifestado en ocasiones su intención de unirse al ultraderechista Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) junto a partidos como el Vox español, Hermanos de Italia o Ley y Justicia, de Polonia.
Según varios analistas, la líder de Hermanos de Italia y primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha puesto como condición que Orbán cambie radicalmente su negativa a ayudar a Ucrania.
EFE / Marcelo Nagy