La ONG de Venezuela FundaRedes registró un aumento de 9% de los homicidios en 12 estados del país en 2023 frente a 2022, al pasar de 644 a 702, indicó la organización en sus redes sociales.
Del total de homicidios del año pasado, 206 ocurrieron en «presuntos enfrentamientos» que, en su mayoría, según «relatos de testigos», se configuran como «ejecuciones extrajudiciales», mientras que solo uno pocos casos fueron «intercambios armados entre bandas delictivas y organismos de seguridad».
El estado con más casos fue Zulia, con un total de 172 homicidios reportados, el equivalente a 24,5% de los casos de 2023. Los municipios más violentos fueron Maracaibo, La Cañada de Urdaneta y San Francisco.
«Este número es más que una estadística. Demuestra la dimensión de la operatividad de bandas delictivas de gran poder, responsables de extorsiones y homicidios, lo que fomenta un clima de inseguridad generalizada que vulnera el derecho fundamental a la vida y a la seguridad de todos los ciudadanos», detalló FundaRedes.
Le siguen los estados:
- Bolívar con 122 homicidios
- Sucre con 92
- Guárico con 85
- Anzoátegui con 78
- Falcón con 45
- Táchira con 36
- Mérida con 22 homicidios
- Delta Amacuro con 19
- Amazonas con 13
- Nueva Esparta con 12
- Apure con 6
Del total de homicidios, el 88,18% fueron a hombres y el 11,25% a mujeres.
FundaRedes también documentó 131 personas desaparecidas y/o secuestradas en 2023, de los cuales 36 se registraron en Táchira.
Le sigue el estado Bolívar con 34 casos, Zulia con 15, Anzoátegui con 14, Delta Amacuro con ocho, Apure con siete, mientras que Sucre, Falcón, Mérida y Amazonas con cuatro casos cada uno y Guárico con uno solo.
Del total de personas desaparecidas y/o secuestradas, 79 son hombres (60,3%) y 51 mujeres (38,9%) y hay un caso sin identificar (0,76%).
La ONG exhortó a las autoridades del Estado a que «asuman su responsabilidad de proteger y garantizar la vida y la seguridad de todos los ciudadanos», lo que incluye tomar medidas para «combatir el crimen organizado», «fortalecer el sistema de justicia» y «abordar las causas subyacentes de la violencia», como la «desigualdad socioeconómica» y la «falta de oportunidades».
Este informe se construyó a través de varias fuentes como medios de comunicación, denuncias en redes sociales y «testimonios directos de víctimas».
La ONG dijo que es esencial que estas cifras «no se conviertan en estadísticas», sino que sirvan como «un llamado a la acción».