Cuba sufrirá continuados cortes eléctricos durante todo este martes, que llegarán a afectar de forma simultánea a hasta el 51% del país, pronosticó la estatal Unión Eléctrica (UNE), que achaca la situación a averías en centrales termoeléctricas y la falta de combustible.
La isla sufre desde hace años una grave crisis energética, que se ha agravado en los últimos meses con tasas de déficit que han llegado a alcanzar el 53%, como este pasado domingo, y tres apagones nacionales de varios días completos. Actualmente, algunas regiones sólo tienen suministro eléctrico durante cuatro horas al día.
La UNE, adscrita al Ministerio de Energía y Minas (Minem), calcula para la jornada una capacidad máxima de generación eléctrica puntual de 1.706 megavatios (MW) en el horario «pico», en la tarde-noche, para una demanda que prevé que alcance los 3.350 MW.
El déficit -la diferencia entre oferta y demanda- será de 1.644 MW y la afectación real -los circuitos que se desconectarán preventivamente para evitar un apagón desordenado- alcanzará los 1.714 MW en el momento de mayor consumo, muy por encima de la máxima de 1.536 MW registrada la víspera.
La UNE reconoce paros por averías y mantenimientos en nueve de las 20 unidades de producción termoeléctrica (distribuidas en siete centrales). Además, 58 centrales de generación distribuida y una central flotante rentada se encuentran fuera de servicio por falta de combustible (fueloil y diésel), apuntó la UNE.
Según los expertos, situaciones tan tensionadas como la de esta jornada, con tantas infraestructuras no operativas, elevan el riesgo de que un nuevo incidente provoque cortes eléctricos desordenados y, de desestabilizarse el conjunto del sistema eléctrico, ya en estado precario, pueda provocar hasta un apagón nacional.
La actual crisis energética cubana apunta a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente estatal. Las centrales termoeléctricas están obsoletas, tras décadas de explotación y déficit de inversiones; y la paralización de otras infraestructuras está ligada a la carencia de fueloil y diésel, por la falta de divisas del Estado para importarlos.
Según diversos cálculos independientes, el Gobierno cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.
Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9% en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019.
Además, los cortes eléctricos han atizado el descontento social, visible en la migración masiva de los últimos años y en las inusuales protestas que se han registrado desde 2021 en la isla.