Cientos de israelíes se congregaron este martes frente a la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu, para exigir al Gobierno que cumpla con el acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes con Hamás, mientras el mandatario reúne a su gabinete de seguridad para tratar la frágil tregua.
Netanyahu reunió hoy al órgano gubernamental, que incluye a varios ministros y está pensado para tomar decisiones de forma más ágil en tiempos de guerra, después de que Hamás anunciase anoche que pausaría hasta nuevo aviso la sexta liberación del alto el fuego, prevista para este sábado, por las repetidas «violaciones» del acuerdo por parte de Israel.
Entre las violaciones, el grupo islamista citó retrasos al retorno de los gazatíes al norte de la Franja o impedir la entrada de suficiente ayuda humanitaria al enclave.
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró ayer que Israel «puede hacer lo que considere» si Hamás no libera a los rehenes el sábado, un mensaje que la ultraderecha israelí ha aprovechado para exigir a Netanyahu volver a los combates.
«Debemos darle un ultimátum a Hamás. Cortar la electricidad y el agua, frenar la ayuda humanitaria», dijo en un foro religioso el ministro ultraderechista de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, antes de la reunión del gabinete de seguridad.
Smotrich abogó además por dejarle claro a Hamás que si algo le ocurre a los rehenes que todavía permanecen en Gaza, después de que Israel vuelva a los combates y haya «arrestado a todos los terroristas», el país se quedará con un 5 % del territorio gazatí por cada secuestrado muerto.
Mientras, cientos de israelíes protestan frente a la oficina del mandatario, exigiendo que Israel recupere a todos los rehenes y que cumpla hasta el final con el acuerdo de alto el fuego.