El ex presidente de Bolivia Evo Morales confesó que, en uno de los viajes que hizo a Cuba, estuvo planeando junto con Venezuela cómo “retomar” el poder en Bolivia, después de que tuviera que abandonar el país andino tras la crisis política de 2019. “Cuando yo fui a Cuba no fue por temas de salud, fui a una reunión de planificación con Cuba y Venezuela, una reunión de alto nivel a ver cómo retomábamos la democracia”, admitió.
EFE
Morales, quien gobernó Bolivia por casi 14 años, admitió haber mentido en medio de una entrevista con la agencia de noticias EFE. El boliviano viajó dos veces a la isla desde que abandonó el poder cercado por las manifestaciones populares y sindicales por el fraude electoral certificado por la OEA. Una vez fue a principios de diciembre de 2019, cuando aún estaba refugiado en México, y otra vez fue en febrero del 2020 cuando ya estaba en territorio argentino.
No reveló cuál de esas dos visitas -o si ambas- sirvieron para planear su regreso a Bolivia con participación del figuras del castrismo y del chauvinismo. Lo que sí se sabe es que en ambas oportunidades la declaración oficial de su entorno fue que había viajado para consultas médicas, como seguimiento de la operación de garganta que le practicaron en Cuba en 2017, y de la cual tampoco se sabe mucho.
La entrevista con Gabriel Romano, en la que Morales confiesa haber mentido:
-Se han cumplido 90 días de su vuelta al país desde Argentina, ¿cómo encontró Bolivia?, ¿cómo encontró su partido, el MAS (Movimiento al Socialismo)?
-Bolivia está económicamente destrozada, primero por el Gobierno de facto y segundo, también por la pandemia, lo digo de manera muy sincera. Yo decía que Bolivia tiene dos pandemias: el virus y el Gobierno de facto en el tema económico. En diciembre pasado, 2.800 millones de bolivianos (moneda del país) de deuda interna para pagar sueldos y aguinaldos. Esa plata (dinero) alcanzó, creo, que hasta marzo. En diciembre no había ninguna pandemia. En los 13 o 14 años – durante su presidencia- no nos hemos prestado una deuda interna ni externa para cubrir salarios. Entonces, ya destrozaron la economía nacional y por eso también decidimos que Lucho Arce -actual presidente de Bolivia-, que conoce muy bien el tema económico, fuera nuestro candidato presidencial. Y no nos hemos equivocado(…).
Aquí hay un tema muy estructural después del golpe, ¿qué dijo EE.UU? (que había que) proscribir al MAS. Cuando llegué a México, tuve una reunión con el canciller de México y en una reunión nos dijo (que) Estados Unidos va a dividir a la bancada del MAS, Estados Unidos no quiere que Evo vuelva a Bolivia. Y quiero confesarte, cuando yo fui a Cuba no fue por temas de salud, fue una reunión de planificación con Cuba y Venezuela, una reunión de alto nivel a ver cómo retomábamos la democracia.
Por otro lado, cuando Alberto Fernández, estaba a pocos días de jurar como presidente (de Argentina), me invitó a su posesión, pero no podía alcanzar. Tampoco habría sido bueno ir a su posesión. Y al día siguiente (me dijo) vente, que estaba garantizado mi ingreso (…). Entretanto, el hermano vicepresidente, Álvaro García Linera, se reunió otra vez como despedida con el canciller mexicano y el canciller nuevamente ratificó que EE.UU. no quiere que Evo vaya a Argentina. Ese golpe ha sido de EEUU por supuesto (por) el tema del litio, el tema económico. Vuelvo a México, me despedí telefónicamente del presidente de México (Andrés Manuel López Obrador) agradecí todo lo que hizo por mi, me salvó la vida, me cuidó, excelente atención, al siguiente día nos venimos a Argentina, pero esa era la misión de EE.UU.
La dura batalla que hemos enfrentado es que, al margen de los problemas internos, y algunos con doble discurso, me decían.. tata presidente, hermano presidente, estamos aquí luchando y otra cosa me informaban, eso no era nuevo para mí. Pero el tema era cómo volver a ganar las elecciones
– El COVID prácticamente expulsó a Donald Trump de la Presidencia, decía usted. Ahora ¿cómo cree que va a ir las relaciones de Bolivia con el presidente Biden?
– Si bien se acaba el capitalismo racista fascista, vuelve el capitalismo clasista. Para mí no hay democracia en Estados Unidos. El pueblo norteamericano o estadounidense vota, sufraga, pero no gobiernan ni los republicanos ni los demócratas, gobiernan las transnacionales. Esa es la política y no va a cambiar nada. Ahora algunos programas sociales seguramente, como con (Barack) Obama, el tema salud, algunos temitas tal vez con las migraciones, pero el fondo de las políticas económicas no cambian. Lo que piensan en Estados Unidos (es que) ellos son designados por Dios a dominar el mundo, la soberanía del planeta les corresponde a ellos.
Así como los movimientos sociales cada dos años nos reunimos en nuestros congresos, ellos también tienen sus reuniones ordinarias y lo que planifican es como los pueblos del mundo sean más pobres y más ignorantes. Cuanto más humildes, pobres e ignorantes es más sencillo para ellos dominarnos, someternos y robar nuestros recursos naturales. Esa es la lucha histórica de la humanidad. Para mí Estados Unidos (con Biden) no va a cambiar, habrá algunos programas sociales para implementar, pero el tema estructural no va a cambiar.
-En la relación de Bolivia y Estados Unidos, la expresidenta Jeanine Áñez puso un embajador boliviano en Washington, pero no hubo la reciprocidad.
-Es así, te usan para destrozarte. Es importante tener relaciones diplomáticas con todo el mundo, pero con respeto mutuo. Que nos respeten y nosotros respetamos y todos cumplimos con nuestras responsabilidades en temas de la lucha contra el narcotráfico, por ejemplo, acuerdos internacionales. No es que Estados Unidos tiene que donar, ayudar, tiene que salvar su responsabilidad como país consumidor de cocaína. Y en nuestra gestión nos han congelado todo, cero, no nos hemos quejado, pero también hubo resultados.
-¿En qué consiste ese tránsito de ser jefe de Estado, de salir repentinamente y terminar asumiendo la labor de jefe de campaña?
– La primera semana en México no entendía qué había pasado, no me explicaba. La segunda semana reaccioné y le dije a Álvaro (Linera) esta es la lucha permanente, ideológica, programática, cultural, social. Uno puede caerse pero hay levantarse y seguir adelante. Hubo tanta persecución; luego dije que, por lo menos, mediante redes y Twitter íbamos a batallar. Tanto en México como en Argentina me dijeron que yo no podía como refugiado o como exiliado hablar sobre México en Argentina, pero yo por normas si podía hablar sobre Bolivia era mi derecho y aproveché los medios de comunicación.
-¿Se va a postular a la siguiente elección?
-No, legalmente, constitucionalmente puedo pero no, por ahora déjeme con mi aporte a la gestión pública, esa es mi misión ahora.
-¿No cree que la idea del golpe de Estado también va a caer como la del fraude?… las investigaciones no avanzan.
-Sí, tenemos debilidad. No sé si pasa por la Justicia o por alguna instancia del Estado. Primero está demostrado que no hay fraude, la mejor prueba son las elecciones de octubre del año pasado.
-En ese momento el país estaba muy polarizado, ¿no cree que la molestia era que usted haya querido optar por un cuarto mandato y que la gente ya se empezó a saturar de su presencia?
– Acá en Bolivia hemos demostrado que la continuidad da resultados; eso sí, cuestionan a Evo a Bolivia, pero no a los de Alemania. Cada país tiene su propia particularidad, evidentemente la derecha usó muy bien el tema de la continuidad.
-¿Cómo le va con la crianza de peces y cómo se mantiene ahora?
-Creciendo. Casi 14 años de presidente, tengo ahí mis ahorritos, estoy fregado económicamente (mal de dinero) y voy a trabajar, soy trabajador (piscicultor). Yo no hice plata en casi 14 años de presidente, ahora tengo que trabajar. Viajo por tierra en carro prestado, no saco créditos. Para viajar me garantizan los viajes para poder asistir a los eventos.