Tres buques petroleros que se dirigen a Venezuela, salieron de Irán en agosto. Sin embargo, podrían tomar una ruta más larga donde es más sencillo mantener apagados los sistemas de rastreo por sátelite para evitar a las autoridades estadounidenses, así lo informó la agencia Reuters.
Los venezolanos deben hacer cola por varias horas y hasta días sin la seguridad de que podrán surtirse de combustible, debido a la escasez y mala administración de la gasolina. Son muchas las protestas que se han realizado en todo el país para exigir su distribución.
Las refinerías de Venezuela casi han detenido sus operaciones debido a años de subinversión, mientras que las sanciones de Estados Unidos destinadas a obligar a Maduro a abandonar el poder han restringido severamente las importaciones de combustible. Maduro ahora depende de su aliado Irán para la gasolina y espera que nuevos buques cargados con combustibles logren llegar.