El comité de seguridad de la Agencia Europea de Medicamentos concluyó este miércoles que los coágulos de sangre inusuales con plaquetas bajas en sangre deben incluirse como efectos secundarios muy raros de la vacuna de AstraZeneca.
A pesar de ello, la EMA ratificó que «la combinación informada de coágulos sanguíneos y plaquetas bajas en sangre es muy rara, y los beneficios generales de la vacuna para prevenir COVID-19 superan los riesgos de efectos secundarios».
La EMA les recordó a los profesionales de la salud y a las personas que reciben la vacuna que deben estar al tanto de la posibilidad de casos muy raros de coágulos de sangre combinados con niveles bajos de plaquetas en la sangre dentro de las 2 semanas posteriores a la vacunación.
Hasta ahora, la mayoría de los casos notificados han ocurrido en mujeres menores de 60 años dentro de las 2 semanas posteriores a la vacunación. Según la evidencia actualmente disponible, no se han confirmado factores de riesgo específicos.
Las personas que han recibido la vacuna deben buscar asistencia médica de inmediato si desarrollan síntomas de esta combinación de coágulos sanguíneos y plaquetas bajas en sangre.
El EMA señaló que los coágulos de sangre se produjeron en las venas del cerebro (trombosis del seno venoso cerebral, CVST) y el abdomen (trombosis de la vena esplácnica) y en las arterias, junto con niveles bajos de plaquetas en sangre y, a veces, sangrado.
Además destacó la importancia de un tratamiento médico especializado inmediato. Los pacientes deben buscar asistencia médica de inmediato si tienen los siguientes síntomas:
- Dificultad para respirar
- Dolor de pecho
- Hinchazón en la pierna
- Dolor abdominal persistente (vientre)
- Síntomas neurológicos, incluidos dolores de cabeza intensos y persistentes o visión borrosa
- Pequeñas manchas de sangre debajo de la piel más allá del lugar de la inyección
Vaxzevria, producida por AstraZeneca, es una de las cuatro vacunas autorizadas en la UE para proteger contra COVID-19. Los estudios demuestran que es eficaz para prevenir la enfermedad. También reduce el riesgo de hospitalización y muerte por COVID-19.