La crisis en Venezuela ha obligado a los profesionales a idear diferentes medios de sustento para poder cubrir escasamente sus necesidades básicas y las de sus familias.
Más de 100 trabajadores del Hospital Central de San Cristóbal sobreviven vendiendo café, postres y golosinas, pues aseguran que con un sueldo de menos de dos dólares mensuales y la inflación que aumenta en el país, no pueden sustentar a sus hijos.
“De mi sueldo como vendedora de café y agua me ayudo muchísimo. Me gano alrededor de diez mil pesos colombianos”, asegura Erika Henestrosa, camarera del centro de asistencia.
La dirección del hospital ha intentado regular la situación por temas de salubridad; sin embargo, se ha complicado, ya que hasta los doctores han optado por apoyarse con la venta informal.
Los trabajadores han reafirmado que la venta informal es lo que ha evitado su renuncia al hospital, como lo han hecho cientos de trabajadores en el centro asistencial.
Vía CCN