El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, insistió sobre un posible fraude en las elecciones presidenciales del próximo año y sugirió que podría cancelarlas a menos que se reforma el sistema de votación.
Por AP
“O hacemos elecciones limpias en Brasil, o no hacemos elecciones en absoluto”, dijo este jueves a sus partidarios en la capital, Brasilia.
Durante semanas, sin pruebas, Bolsonaro ha manifestando insistentemente sus dudas sobre el sistema de votación electrónica de Brasil, vigente desde 1996, al afirmar que las elecciones se han visto empañadas por el fraude, más recientemente el suyo en 2018.
Según el mandatario, supuestamente debería haber ganado sin una segunda vuelta. Mientras tanto, el tribunal electoral de la nación le ordenó el mes pasado que presente cualquier evidencia de fraude, lo cual tiene que hacer.
Esta semana, Bolsonaro dijo durante una transmisión en vivo en las redes sociales que podría rechazar los resultados de las elecciones de 2022 si pierde.
Presión al Congreso
Bolsonaro ha estado presionando al Congreso para que apruebe una reforma constitucional para que cada voto en el sistema electrónico tenga una impresión física. Si se implementa el cambio, el votante podría ver un recibo antes de depositar el voto en una urna sellada.
Junto a otros partidarios de la reforma, Bolsonaro dice que permitiría un recuento manual en caso de sospecha de irregularidades. Quienes están en contra, incluidos los presidentes actuales y futuros del tribunal electoral —los tres también son magistrados de la Corte Suprema— dicen que el sistema actual ya permite una auditoría y que el cambio simplemente crearía un margen para reclamos infundados de fraude.
Por otra parte, una encuesta que fue publicada a mediados de junio muestra que Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva están en situación de empate técnico de cara a las elecciones presidenciales de 2022.
Encuestas no favorables
Según la encuesta realizada por el Instituto Paraná Pesquisas, la diferencia entre ambos es estrecha, a favor del actual mandatario en una primera ronda y del ex gobernante en un ballotage.
El estudio, contratado por el Partido Social Liberal (PSL), se desarrolló entre el 11 y el 15 de junio. Según consignó Veja, fue encargado por el partido político con el objetivo de probar la imagen del presentador José Luiz Datena y su posible candidatura.
La diferencia entre Bolsonaro y Lula es muy estrecha con una pequeña ventaja para el actual jefe de Estado en una primera vuelta. El mandatario tiene el 34,3% de las intenciones de voto, mientras que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) llega al 32,5%. Están en situación de empate técnico dado que el margen de error es de más/menos dos puntos porcentuales.