El reconocido epidemiólogo estadounidense y ex investigador parte del equipo de la OMS que erradicó la viruela, luchó contra la gripe y la polio, doctor Larry Brilliant, afirmó que la pandemia de coronavirus está lejos de su fin, debido a que no hay vacunas disponibles para todos los países.
Por Infobae
“Creo que estamos más cerca del comienzo que del final de la pandemia, y eso no se debe a que la variante Delta que estamos viendo en este momento va a durar tanto, sino al surgimiento de otros linajes”, alertó.
El experto advirtió que aún no se ha inoculado a suficientes personas en todo el mundo contra el COVID-19. En una entrevista que le brindó a la señal televisiva CNBC, explicó: “Sólo el 15% de las personas en el mundo han sido inmunizadas y algunos países ni siquiera han vacunado al cinco por ciento de sus habitantes”.
Brilliant se refirió también a la temida variante Delta que ya es la predominante en varios países, entre ellos Estados Unidos: “Tratamos con un virus que tiene un período de incubación de tres días y medio y cada caso condujo a ocho más con un crecimiento exponencial. Este es quizás el virus más contagioso que hemos visto en nuestra memoria viva, esa es la mala noticia”.
El prestigioso médico estadounidense ya había calificado en marzo de 2020 al brote de coronavirus como “la pandemia más peligrosa de nuestra era”.
Sin embargo, resaltó: “La buena noticia es que las vacunas están retrasando el daño que causa. Las vacunas de ARN mensajero, la vacuna de J&J (Johnson & Johnson) en particular, nos prometieron 95 % de eficacia y ofrecen respuestas incluso mejores que esta cifra, si se mantiene la definición de eficacia en cuanto a que nos mantiene a salvo, manteniéndonos fuera del hospital y manteniéndonos con vida. Sin embargo, hay otros dos tipos de eficacia y eso es evitar que contraigamos la enfermedad y que la contagiemos. La variante Delta deprime a esos dos extremos de la cadena de eficacia. Buenas noticias para mantenernos a salvo y saludables y no tan buenas noticias sobre contagiosidad y propagación”.
El epidemiólogo advirtió que la razón por la que llamamos al COVID-19 como “un virus para siempre” es que se convertirá en algo así como la influenza, que también es un virus para siempre. “No significa que ocupará nuestra atención y quitará todo el oxígeno del aire y dominará la conversación pública para siempre”, evaluó.