El líder opositor Alexei Navalni, dado de alta este martes de la clínica universitaria berlinesa de la Charité tras ser envenenado con un agente nervioso del grupo Novichok, es «libre de regresar» a Rusia en cuanto lo desee, afirmó hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«No sabemos cuáles noticias son reales y cuáles falsas. Pero en cualquier caso, si el paciente se está recuperando esto es muy bueno. Le deseamos una recuperación pronta«, afirmó Peskov, al evitar como siempre llamar a Navalni por su nombre.
No obstante, recordó que de momento no existen vuelos directos entre Alemania y Rusia, por lo que el opositor tendría que viajar a través de terceros países o tomar un avión privado.
Según el portavoz de la presidencia rusa, las autoridades rusas no tienen previsto ningún encuentro oficial con el opositor en caso de que retorne.
«Esta claro, no planificamos ningún tipo de encuentro, a menos que el enfermo exprese su deseo e intenciones de compartir de algún modo con nuestros agentes del orden los datos que ahora comparte activamente con sus colegas de Alemania y otros países», indicó.
Acusación de autoenvenenamiento
Peskov también abordó el artículo publicado por el periódico Le Monde sobre la conversación del presidente ruso, Vladímir Putin, con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en la que el primero habría sugerido que Navalni se envenenó a sí mismo.
«El tema del paciente berlinés efectivamente se abordó durante la conversación del presidente Putin y el presidente Macron. Y nosotros informamos al respecto. En tanto, el periódico fue muy inexacto al transmitir la noticia«, señaló.
Según el representante del Kremlin, los contenidos de las conversaciones de este nivel no suelen ser de dominio público y difundirlas contradice la «práctica diplomática», por lo que descartó que la presidencia francesa comunicase a Le Monde detalles del diálogo entre ambos líderes.
Navalni reaccionó al artículo con una publicación en su cuenta oficial de Instagram, en la que se burló de la versión del supuesto autoenvenenamiento.
«Es una buena versión. Considero que merece un estudio detallado. Cociné una ración de ‘Novichok’. Bebí cuidadosamente de la petaca en el avión. Caí en coma», escribió.
Navalni ironizó que el objetivo de su «pícaro» plan era «morir en un hospital de Omsk (…) donde señalarían como motivo del deceso ‘vivió suficiente'», pero fracasó porque «Putin fue más listo que yo. No es fácil engañarlo».
El 20 de agosto el líder opositor sufrió un colapso durante un vuelo de Siberia a Moscú, lo que forzó un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, donde recibió tratamiento en un hospital local hasta que fue trasladado a Berlín a petición de su familia.
«Al final yo, como un tonto, estuve en coma 18 días, pero no logre mi objetivo. ¡La provocación fracasó!», concluyó.
EFE