Estados Unidos pidió a sus ciudadanos que no acerquen al aeropuerto de Kabul ni viajen a este ante el temor de un atentado. La alerta se produce en medio de los operativos que adelanta Washington junto con sus aliados para evacuar a los estadounidense y afganos que colaboraron durante la guerra a las fuerzas extranjeras.
Vía Infobae
“Debido a las amenazas a la seguridad fuera de las puertas del aeropuerto de Kabul, recomendamos a los ciudadanos estadounidenses que eviten viajar al aeropuerto y que eviten las puertas del aeropuerto en este momento, a menos que reciba instrucciones individuales de un representante del gobierno de los EEUU para hacerlo”, informó la embajada de EEUU en Kabul.
Por otra parte, alrededor de 1.500 estadounidenses podrían estar esperando salir de Afganistán, informó el miércoles el secretario de Estado Antony Blinken, una cifra que indica que parte de la evacuación aérea liderada por Estados Unidos desde el país controlado por el Talibán podría completarse antes del martes, cuando vence el plazo fijado por el presidente Joe Biden. Mientras tanto, miles de afganos en situación de riesgo atraviesan problemas para acceder al aeropuerto de Kabul.
Blinken dijo que, según cálculos del Departamento de Estado, había aproximadamente 6.000 estadounidenses que querían salir de Afganistán cuando empezó la evacuación el 14 de agosto, y que hasta el momento unos 4.500 ya abandonaron el país. La cifra de 6.000 es la primera estimación pública del Departamento de Estado sobre el número de estadounidenses que buscaban salir de Afganistán una vez que el Talibán tomó el control de la nación.
“Comprensiblemente, algunos de ellos están muy asustados”, comentó Blinken durante una conferencia de prensa en el Departamento de Estado.
Añadió que unos 500 han recibido instrucciones de cuándo y cómo acudir al caótico aeropuerto de Kabul para abordar los vuelos de evacuación.
Además, se está en contacto frecuente con unas 1.000 personas, o quizás menos, para determinar si aún quieren abandonar la nación. Blinken dijo que algunas de ellas podrían ya haber salido del país, otras tal vez quieran quedarse y unos cuantos podrían no ser ciudadanos estadounidenses.
De esas 1.000 personas, el número de los que “buscan activamente ayuda” para salir de Afganistán “es menor, probablemente significativamente menor”, señaló el secretario.
El gobierno de Biden ha señalado que su prioridad es la evacuación de estadounidenses, incluso en momentos en que intenta sacar a los afganos que colaboraron con el gobierno o ejército estadounidense o en la construcción de la sociedad civil afgana durante los 20 años de guerra, así como a los que denomina “afganos vulnerables” —aquellos que creen que enfrentarán represalias del Talibán por oponerse a su levantamiento.
Dejando de lado el plazo del martes, Blinken dijo que “no hay una fecha límite en nuestro trabajo para ayudar a salir a cualquier ciudadano estadounidense restante que decida que quiere hacerlo, junto con los muchos afganos que han estado a nuestro lado durante estos años y que quieran irse, y no han podido hacerlo. Esa labor continuará, todos los días, después del 31 de agosto”.
Biden señaló el martes que solicitó a su equipo de seguridad nacional que elaborara planes de emergencia en caso de que decida extender el plazo.
Por su parte, el Talibán señaló que no tolerará ninguna prórroga al plazo del martes. Sin embargo, el portavoz del grupo, Suhail Shaheen, tuiteó que “la gente con documentos legales” aún podrá abandonar el país en vuelos comerciales después del martes.