La ONG Ventana a la Libertad denunció este miércoles que los privados de libertad de los calabozos policiales en el estado Portuguesa llevan un año y medio sin que se les permita la visita de familiares.
“Esto ocurre desde marzo de 2020, fecha en que se inició la pandemia, y no ha sido posible que se diseñe un programa de visitas, aunque sea una vez al mes”, informo María Piedad González desde la calle alterna a la comandancia general de policía en Guanare, donde hacen fila para entregar la comida.
Además, denunció que para saber de su familiar debe mandar “papelitos o recados a través de los agentes” y destacó que no tienen seguridad de que sean entregados. Asimismo, pidió que por lo menos se programen visitas una vez a la semana, tomando todas las medidas de bioseguridad.
“Estamos preocupados, allí hay muchas enfermedades, desnutrición y carencias. Queremos saber qué pasa con nuestros presos”, señaló la mujer. González precisó que si no hay respuestas tomarán acciones cívicas para hacerse sentir, entre ellas introducir un pliego ante la fiscalía del Ministerio Público y la Defensoria del Pueblo, reseñó la ONG.
De acuerdo a monitoreo de la organización UVL, en Portuguesa hay 19 retenes usados como Centros de Detención Preventiva. Estos funcionan sin condiciones sanitarias ni de infraestructura para albergar detenidos por largos periodos. Allí, algunos pernoctan hasta cumplir su pena física.