El régimen de Nicolás Maduro rechazó este miércoles el pronunciamiento emitido por la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en el cual pidió que se garantice la atención médica a las personas presas y que se libere a quienes estén detenidos de manera arbitraria.
Mediante un comunicado difundido por la Cancillería, el régimen chavista afirmó que «el Gobierno venezolano garantiza a todas las personas privadas el disfrute de sus derechos humanos, incluyendo el derecho a la debida atención médica, de conformidad con lo previsto en Constitución y los tratados internacionales ratificados por la República».
Además, aseguró que «en el país no existen personas detenidas arbitrariamente. Todas y cada una de las personas privadas de libertad se encuentran sujetas a procesos penales conducidos por los órganos del sistema de justicia, con todas las garantías para un juicio justo, sobre la base del debido proceso y el legítimo derecho a la defensa».
El régimen lamentó que Bachelet «ceda sistemáticamente a las presiones de aquellos sectores que pretenden seguir utilizando el tema de los derechos humanos con fines políticos», y la llamó a «honrar la verdad y ajustar su desempeño a los principios de objetividad, no selectividad, imparcialidad, no injerencia en los asuntos internos y diálogo constructivo».